Una comunidad que apuesta a la sostenibilidad del totumo
Por Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV.
Desde 2019, la comunidad artesana de Pontezuela es apoyada por Artesanías de Colombia a través del programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable en el fortalecimiento de su tradición y conocimientos técnicos y comerciales, con el fin de lograr una diversificación y mejoramiento de sus productos.
Pontezuela es un corregimiento ubicado a 30 minutos (en moto) del norte de Cartagena: del barrio acomodado de Crespo, se pasa por las largas playas de Manzanillo, tomando la Troncal del Caribe, hasta llegar a la entrada de Bayunca, en donde se gira hacia la izquierda, para encontrar un caserío formado por unas cuantas calles con vientos que evocan las cercanías del mar caribe.
La mayoría de gente que hace artesanía en Pontezuela “viene, como yo, de vientre en totumo”, comenta Guillermo González, un artesano que desde que tiene uso de razón, recuerda tanto a su padre como a su madre involucrados en la economía de ese fruto, el cual es tan importante desde su selección, limpieza y secado hasta su transformación en objetos utilitarios o comerciales.
El totumo es una especie que desde hace más de 50 años se trabaja masivamente en este corregimiento. Según Miguel Jurado, otro artesano apasionado por el trabajo y la transformación del material, quienes introdujeron este conocimiento en el territorio fueron personas que en los años sesenta mantenían contacto constante con Cartagena; ellos comenzaron a intercambiar información respecto a productos que pudieran diversificar la economía de Pontezuela, que hasta ese entonces se basaba en la pesca, la ganadería, la cría de animales y la caza.
Así surgió la idea de transformar esos frutos algunas veces redondos, otras ovalados, algunas veces grandes como una pelota de fútbol, otras veces pequeños como un escarabajo, en productos para comercializar.
Para Guillermo González y Miguel Jurado, el totumo es su propia vida: con el totumo se elaboran hoy coloridas maracas, güiros, fruteros y contenedores que los más de 250 artesanos del corregimiento venden en las calles de Cartagena de forma ambulante y también a pequeños comercializadores de La Heroica.
Pero el totumo hace también parte de la tradición, porque desde épocas remotas y hasta hoy, de su corteza se elaboran utensilios para la vida cotidiana como tazas, platos o cantimploras que recuerdan las prácticas de los antepasados; además su pulpa sirve de alimento para animales y de materia prima de un jarabe que combate la congestión respiratoria y el resfriado.
El totumo lo es todo para Pontezuela. Pero algunos megaproyectos de la zona norte de Cartagena han mermado las posibilidades de sus poblaciones de obtener el material; sin embargo sus habitantes buscan incentivar para este año, la siembra de esta especie, oriunda de Centroamérica, llegada Suramérica en épocas prehispánicas. El propósito de esta iniciativa comunitaria es plantar una cantidad que les permita generar su propia materia prima, además de convertirse en proveedores de otras comunidades que la necesiten.
Para ello, los artesanos consiguieron permiso de sembrar, hasta ahora, en tres (3) hectáreas: dos (2) de ellas cedidas por la escuela del corregimiento y una (1), de propiedad de la comunidad. Además, gracias a algunas donaciones se ha logrado obtener 50 bolsas de semillas.
Sin embargo, se espera que la cantidad aumente para poder tener un volumen que les permita obtener diferentes dimensiones de totumo y ampliar la oferta a otros grupos de artesanos a quienes por diversas razones se les dificulte su obtención. Mientras tanto, Miguel, Guillermo y su grupo continúan empeñados en mejorar sus capacidades técnicas y comerciales.
Le invitamos a apoyar a esta comunidad visitando su catálogo de artesanías, contactando a Miguel Jurado a través del número (57) 310 366 4249 o a Claudia Mora, del Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV, de Artesanías de Colombia, en el número (57) 310 311 0347.