El renacer productivo de El Salado
Por Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV
El Salado hace parte del municipio de El Carmen de Bolívar en el departamento de Bolívar. Este lugar, inmerso en la subregión de los Montes de María, es tierra de incansables campesinos agricultores, ganaderos, productores de tabaco, apicultores y soldadores artesanales.
En este contexto rural, en donde los niños integran la escuela con la sabiduría del campo, crecieron las hermanas Torres Sáenz, Gilberto y Nairo José, líderes de tres emprendimientos productivos que hoy son ejemplo de respeto, responsabilidad y solidaridad, y que han propendido por mantener economías que beneficien a la comunidad.
Si bien la riqueza geográfica, productiva e ideológica de su región ha sido prolífica a lo largo de la historia; el conflicto al que se vio sometido El Salado a comienzos de este siglo, convirtió al corregimiento en un símbolo de la crueldad de la guerra, pero también en un referente de la reivindicación de la memoria de una comunidad, capaz de resurgir por medio de iniciativas que reivindican el trabajo en colectivo.
La Asociación de Productores de Tabaco de El Salado, liderada por las hermanas Torres, se originó de una tradición que ya a comienzos del siglo XX era convencional entre las familias: papás y mamás se encargaban de cultivar el tabaco, mientras que los más pequeños desvenaban hojas (quitaban las venas de la hoja), para que pudieran ser dobladas y vendidas.
A pesar de las restricciones que han llevado a una disminución en la producción tabacalera actual, esta Asociación hoy reúne a doce (12) personas, en su mayoría mujeres adultas mayores, que han perfeccionado sus estándares a una calidad de exportación, en aras de conservar una tradición que aún hoy, beneficia económicamente a muchos.
Por otro lado y en 2012, algunas empresas del sector privado pusieron en marcha un proyecto de emprendimiento para jóvenes con la Asociación de Jóvenes Productores del Salado, Asojaspros. Los conocimientos agrícolas de los habitantes, así como las condiciones ambientales de la región, fueron el contexto propicio para impulsar la apicultura, un negocio que hoy inspira al trabajo colectivo de Gilberto Cohen y sus compañeros. Con este proyecto, se benefician 26 personas, que con su miel, se han ido posicionando a nivel regional.
Finalmente, el apoyo de varias fundaciones llevó a que en 2010 se reuniera un grupo de jóvenes que recibieron capacitación en soldadura y se involucraron en el proceso de hibridación de la hamaca y la mecedora, dando como resultado la “hamadora” o hamaca salaera.
Surgió así la Asociación de Soldadores de El Salado, un colectivo al cual desde hace casi diez (10) años, Artesanías de Colombia ha aportado en el posicionamiento de su producto insignia, el cual ha sido exhibido en las tiendas que la empresa tiene en Cartagena y Bogotá y que ha participado más recientemente, a través del Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV de la empresa, en las ferias Expoartesano y Expoartesanías, logrando ventas directas e intermediaciones con nuevos clientes, así: en Expoartesano 2021 y 2022: $2’250.000 y en Expoartesanías 2021: $680.000.
Adicionalmente y desde el año 2020, Artesanías de Colombia ha acompañado a la comunidad artesana de El salado a través de su Programa APV en el mejoramiento y diversificación de sus artesanías, planteando y desarrollando un juego completo de sala que incluye la hamadora, una mesa de centro y una silla auxiliar.
Es así como Artesanías de Colombia, continúa apoyando los esfuerzos comunitarios del país, que así como el de la Asociación de Soldadores de El Salado y su líder Nairo Catalán, valoran la sabiduría ancestral, el trabajo artesanal y el principio de que la unión hace la fuerza. ¡Que vivan las artesanías!
Descargue y conozca el catálogo de artesanías de El Salado