Un lugar que exalta la cultura del pacífico colombiano
Por Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV.
En 80 metros cuadrados de un segundo piso en el barrio Pueblo Nuevo, centro de Buenaventura, existe un espacio de intercambio, que invita a exaltar la memoria de nuestros ancestros y a mantener viva la tradición de la elaboración de artesanías, bocados y bebidas típicas, aceites esenciales y productos de belleza, propios de las comunidades de la región Pacífico de Colombia.
Se trata de Fundaproductividad, un lugar cuya historia se remonta 21 años atrás, cuando Sandra Milena Garcés gestó un emprendimiento modesto. Luego de perder el empleo, decidió sostenerse a partir de los aprendizajes que desde muy pequeña le inculcaron sus abuelos en casa y sus maestras en la escuela.
Mientras elaboraba diademas y transformaba el cartón para convertirlo en piezas decorativas que comprarían sus vecinos, soñaba con poder aportar bienestar a la vida de mujeres que sufrían maltrato por parte de sus maridos en la ciudad. De esta manera comenzó a enseñar la artesanía a quienes les llegaba, por voz a voz, noticias sobre una alternativa de emprendimiento y de empoderamiento femenino. Hoy ese modesto emprendimiento tiene un nombre propio, se trata de Fundaproductividad, cuyo foco de acción está en Buenaventura.
Buenaventura es una ciudad diversa, con un porcentaje significativo de inmigración de Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Chocó, además de acoger poblaciones de las cuencas hidrográficas que confluyen en el municipio: allí se encuentran comunidades wounaan nonam, eperara siapidaara, emberá, afro y mestizas de las cuencas del Yurumanguí, San Juan, Dagua, Calima, Anchicayá, Naya, Cajambre, Reposo, Mayorquín, de la Bahía de Buenaventura y Bahía Málaga, además de las comunidades del casco urbano.
Fundaproductividad reivindica la importancia de los saberes que se preservan en sus lugares originarios, pese a las adversidades del conflicto. Si bien en la zona confluyen intereses comerciales y geoestratégicos, Fundaproductividad se erige como un lugar que le da la bienvenida a la diversidad de sabores como el de la chancaca y el curao, texturas como el werregue o el chachajo y de aceites que alivianan dolencias físicas.
Además allí, se rememora a las selvas que conjugan a la tunda y al diablo, a las espiritualidades que reconocen a la marimba como el piano de la selva y a rituales de paso como las de los jaibanás wounaan, a quienes la talla de balsas de los espíritus inicia en el diálogo que armoniza las energías presentes en la naturaleza.
Los esfuerzos de Sandra han llamado la atención de instituciones públicas y privadas que se han sumado a la labor de reivindicar las voces de quienes permanecen en áreas de difícil acceso y poca conectividad. Así, el espacio de Fundaproductividad ha recibido el apoyo de la Cámara de Comercio de Buenaventura Secretaría de Turismo y Artesanías de Colombia, entre otros, abriendo lugares temporales de exhibición, incrementando su visibilidad a nivel turístico y mejorando las plataformas físicas y virtuales de exhibición.
A 2021, pese a la llegada de la pandemia, Fundaproductividad continúa reivindicando las potencialidades de mujeres y hombres, formando a sus integrantes en temas relacionados con los derechos de la mujer y participando en la construcción de la políticas públicas de equidad de género.
Hoy a las mujeres afrodescendientes y mestizas fundadoras del proceso, se han sumado hombres y comunidades rurales indígenas y negras, que por medio de la comercialización de sus artesanías, continúan en su territorio y encuentran la plataforma de la Fundación, tanto física como virtual, hacerse visibles reivindicando sus saberes ancestrales.
Son alrededor de 200 familias indígenas, afrodescendientes y mestizas de la zona, quienes complementan su economía gracias al acopio, exhibición y comercialización de manualidades y de artesanías, en un centro que presenta y comercializa las piezas de quienes se dedican a reproducir la cultura material del territorio.