Dos lugares al servicio de la sabiduría ancestral, su transmisión y su sostenibilidad en Quibdó
Por Programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV.
La riqueza de Chocó es invaluable. Su variedad en fauna y flora, así como la importancia en sus recursos hídricos han favorecido las actividades de las poblaciones que habitan allí. Ellas han interpretado de forma simbiótica su contexto, adaptándose a él desde lo práctico, pero también desde lo simbólico. Así poblaciones afrodescendientes, indígenas y mestizas han generado una relación muy especial de donde, entre muchas cosas, sus artesanías reflejan su cultura y la manera de enfrentar las vicisitudes de su territorio.
Desde 2014 y hasta hoy, Artesanías de Colombia a través del programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, Programa APV ha trabajado para apoyar las artesanías buscando así, el incremento de las condiciones de vida de los artesanos brindando asistencia técnica en torno al diseño, el fortalecimiento del tejido social y cultural y la comercialización.
En ese contexto, desde hace más de dos décadas, la Red Departamental de Mujeres Chocoanas se ha constituido como un apoyo invaluable a la población de esta zona. Con más de 29 años ha promovido y defendido los derechos de la gente, en especial de todas las mujeres, desde la prevención hasta la reivindicación de los mismos. La organización funge como un punto de referencia desde diferentes aspectos sociales y culturales en Chocó, para el empoderamiento femenino y, consecuentemente, para el de toda su población.
Mientras tanto, la Asociación Asoreq, con su almacén Seven, surge como iniciativa para fortalecer las manifestaciones artesanales chocoanas. A su cabeza, Abelino Palacios, joyero desde hace más de 3 décadas, y apasionado por la transmisión de su saber hacer, ha buscado la manera de transmitir el oficio de la joyería. Ha querido darle la oportunidad a quienes, a muy temprana edad, han querido incursionar en esa ocupación y lo han buscado como guía y maestro en este maravilloso arte.
Ante este panorama y entendiendo la necesidad de dinamizar la economía de más de 40 grupos artesanales, Artesanías de Colombia mediante su Programa APV, se alió a esas dos iniciativas locales, que congregan piezas de comunidades indígenas y afrodescendientes instaladas en lugares tan lejanos como el río San Juan, o de tan difícil acceso como el río Baudó.
Así desde 2015, Artesanías de Colombia ha aportado al desarrollo de la infraestructura, vitrinismo y asesorías comerciales de la Red de Mujeres y Seven, que han abierto las puertas de dos centros de acopio que fomentan el mejoramiento de la oferta, las condiciones y la sostenibilidad de la actividad artesanal a nivel regional.