La hilaza heredada de la mujer
Por Centro de Información y Documentación para la Artesanía - CENDAR
En Morroa, comunidad de tejedoras de hamacas, se ha transmitido durante generaciones los secretos del oficio.
Esta población se encuentra ubicada en Sucre, cerca a Sincelejo, región antiguamente poblada por los Zenú, un pueblo en el que las mujeres podían gobernar y ejercer autoridad religiosa, al igual que los hombres. Sus artesanos tejían en telares verticales, para elaborar elementos cargados de símbolos rituales. Antes del matrimonio, el novio enviaba a la novia una hamaca, y a cambio ella le entregaba dos tejidos en algodón.
Durante los ritos funerarios las hamacas eran utilizadas para el reposo de los muertos embalsamados. Los descendientes de los zenués, heredaron este conocimiento ancestral, aprendiendo a elaborar hamacas, faldas y fajas.
El teñido con colorantes vegetales y el tratamiento de la hilaza con sal, vinagre y almidón de yuca, para mejorar su calidad, son conocimientos que se preservan desde la antigüedad.
Desde ese entonces la población de Morroa ha sido reconocida por sus tejidos en algodón y trabajo con otras fibras como la corteza del árbol majagua. La hamaca, símbolo de su identidad cultural, es apreciada por ser un objeto funcional, transportable y protector de las amenazas del suelo.
Bibliografía
- Hormaza, Manuel
(1992) “Casa de la Hamaca”. Proyecto: Artesanía, Comunidad y Desarrollo, Memoria y Futuro. Museo de artes y tradiciones populares: Bogotá.