El balay es un cesto cóncavo tejido en palma de guarumo, juajua, cumare o chambira.  Es elaborado por la etnia Cubeo a partir de un tupido entretejido de colores rojo, negro y crudo, que sigue los preceptos ancestrales que afirman que ahí se recogen los mensajes dichos por el padre. Deben ser compactos para que “no se caiga nada” de ese saber.

La pinta del tigre, el camino de la hormiga y la tela de araña, son algunos de los motivos empleados en la construcción del balay. Para no perder la memoria de los antiguos, el payé transmite a la comunidad el conocimiento de los símbolos aprendidos generación tras generación.

El balay a través de los símbolos purifica la yuca brava. Sobre él se seca la ralladura de la yuca con el fin de extraer el veneno que trae este alimento, base principal de la dieta del pueblo Cubeo.

Los Cubeo

Cubeo o pamiwa es un pueblo indígena que habita en la cuenca del río Vaupés, especialmente a lo largo de sus afluentes Caduyarí y Querarí, así como del Pirabotón y el Cabiyú en el alto Vaupés. Son alrededor de siete mil personas, la mayoría de las cuales viven en el resguardo indígena al oriente del departamento del Vaupés, otra parte en los departamentos de Guaviare y Guainía, y otra parte en Brasil.

El idioma cubeo, pâmîé o pâmi kâmu, pertenece a la familia tucano, que procede del arawak con préstamos de las lenguas makú, especialmente el Kakwa y Nukak.

Cosmovisión

Según los Cubeo, el origen del universo se remonta al tiempo de los hermanos Kuwaiwa, héroes míticos cuyos actos o cuyo concurso estableció el orden del cosmos; pero el origen de la humanidad llegó cuando la anaconda  emergió en el extremo de este mundo en la “puerta de las aguas” y remontó el río del universo, desplazándose hasta el centro del mundo. Cuando la anaconda llegó a un lugar entre el Raudal Jipari y el raudal Cajuche creó a la gente y a partir de allí fueron poblando la tierra.

Una Colombia Artesanal en la que las tradiciones y las creencias de nuestras comunidades indígenas, se combinan con el talento y la destreza de sus creadores, para perpetuar en cada objeto ritual el encanto de su cultura. Acompáñenos en los próximos recorridos.

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