Acire: tejiendo historia

Por Artesanías de Colombia

Artesana Erica Barraza
Artesana Erica Barraza - Imagen: Artesanías de Colombia

Erica Barraza pertenece a un linaje de artesanos de Usiacurí, Atlántico. Sus abuelos fueron tejedores, su mamá hacía estructuras de animales con alambre galvanizado y su papá tejía con la palma de iraca bolsos y carteras. 

Entonces, ella comenzó a familiarizarse con el oficio a los siete años, cuando su abuela le enseñó a tejer delgadas trenzas. Después aprendió a utilizar la máquina de coser, a manejar el alambre, a teñir con plantas vegetales como la zanahoria y la arracacha, y a hacer trenzas de tres, cinco, trece y diecisiete pares. 

A los doce años, Erica se fue a vivir con su madre a Barranquilla, donde estudió modistería y sastrería en el Sena y además, hizo un programa técnico en gestión ambiental. Se alejó de la artesanía hasta que a los 33 años, sintió el llamado de regresar a su tierra. Comenzó a trabajar en la Alcaldía de Usiacurí y a pasar los ratos libres jugando en el celular. Los juegos virtuales la consumieron por completo hasta que, una mañana, luego de amanecer pegada al celular, le rogó a Dios que la ayudara. 

Ese mismo día, fue donde una prima y le pidió que la dejara tejer. Aunque llevaba años sin hacerlo, sus manos no habían olvidado el oficio. Pronto comenzó a recibir pedidos y en 2013 fundó Acire, un taller donde trabajan 17 artesanas del municipio, que todos los días exaltan una labor ancestral.

El proceso para tejer sobre estructuras de alambre arranca con el diseño que se desea realizar, los cuales evocan animales, hojas y plantas de la región. Se definen las medidas, se sacan los moldes y, con un taladro, se estira el alambre hasta que quede recto. Luego se solda y se crea la estructura de canastos, carteras, espejos, lámparas, papeleras, correas, caminos de mesa, individuales o servilleteros. 

Después seleccionan la palma de iraca. Según el objeto, definen si debe ser gruesa o delgada, y si la fibra va a tinturarse o va a dejarse al natural. Finalmente, sobre la estructura de alambre van tejiendo las trenzas con la fibra de la palma. Así le dan vida a objetos que reflejan la destreza de manos artesanas. 

El 80% de la población de Usiacurí se dedica a la tejeduría con palma de iraca. Aunque la palma no crece en la zona y tienen que conseguirla en los departamentos vecinos, esto no ha sido un impedimento para el desarrollo del oficio. 

En el taller Acire, Erica Barraza no solo se ha propuesto mantener vivo el legado de sus antepasados, también se ha empeñado en ayudar a mujeres jóvenes y a madres cabeza de familia para que encuentren en la tejeduría, un camino de vida que les permita generar sus propios recursos. Su taller crece cada día más gracias al talento de las tejedoras y el poder de un oficio que se niega a desaparecer. 

#CompraArtesaníasDeColombia

Erica y su Taller Acire, es una de las marcas presentes en la tienda virtual de Artesanías de Colombia. Le invitamos a visitar esta plataforma y a comprar las artesanías que con sus manos, elaboran los artesanos colombianos.  

Erica Barraza pertenece a un linaje de artesanos de Usiacurí, Atlántico. Sus abuelos fueron tejedores, su mamá hacía estructuras de animales con alambre galvanizado y su papá tejía con la palma de iraca bolsos y carteras. 
Entonces, ella comenzó a familiarizarse con el oficio a los siete años, cuando su abuela le enseñó a tejer delgadas trenzas. Después aprendió a utilizar la máquina de coser, a manejar el alambre, a teñir con plantas vegetales como la zanahoria y la arracacha, y a hacer trenzas de tres, cinco, trece y diecisiete pares. 
A los doce años, Erica se fue a vivir con su madre a Barranquilla, donde estudió modistería y sastrería en el Sena y además, hizo un programa técnico en gestión ambiental. Se alejó de la artesanía hasta que a los 33 años, sintió el llamado de regresar a su tierra. Comenzó a trabajar en la Alcaldía de Usiacurí y a pasar los ratos libres jugando en el celular. Los juegos virtuales la consumieron por completo hasta que, una mañana, luego de amanecer pegada al celular, le rogó a Dios que la ayudara. 
Ese mismo día fue donde una prima y le pidió que la dejara tejer. Aunque llevaba años sin hacerlo, sus manos no habían olvidado el oficio. Pronto comenzó a recibir pedidos y en 2013 fundó Acire, un taller donde trabajan 17 artesanas del municipio que todos los días exaltan una labor ancestral.
El proceso para tejer sobre estructuras de alambre arranca con el diseño que se desea realizar, los cuales evocan animales, hojas y plantas de la región. Se definen las medidas, se sacan los moldes y, con un taladro, se estira el alambre hasta que quede recto. Luego se solda y se crea la estructura de canastos, carteras, espejos, lámparas, papeleras, correas, caminos de mesa, individuales o servilleteros. 
Después seleccionan la palma de iraca. Según el objeto, definen si debe ser gruesa o delgada, y si la fibra va a tinturarse o va a dejarse al natural. Finalmente, sobre la estructura de alambre van tejiendo las trenzas con la fibra de la palma. Así le dan vida a objetos que reflejan la destreza de manos artesanas. 
El 80% de la población de Usiacurí se dedica a la tejeduría con palma de iraca. Aunque la palma no crece en la zona y tienen que conseguirla en los departamentos vecinos, esto no ha sido un impedimento para el desarrollo del oficio. 
En el taller Acire, Erica Barraza no solo se ha propuesto mantener vivo el legado de sus antepasados, también se ha empeñado en ayudar a mujeres jóvenes y a madres cabeza de familia para que encuentren en la tejeduría, un camino de vida que les permita generar sus propios recursos. Su taller crece cada día más gracias al talento de las tejedoras y el poder de un oficio que se niega a desaparecer. 
#CompraArtesaníasDeColombia
Erica y su Taller Acire, es una de las marcas presentes en la tienda virtual de Artesanías de Colombia. Le invitamos a visitar esta plataforma y a comprar las artesanías que con sus manos, elaboran los artesanos colombianos.  

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