Pinceladas llenas de color que plasman la naturaleza y la cultura de esta tierra, le dan vida a las piezas artesanales de El Carmen de Viboral y estas no podrían existir sin aquellos gestores, decoradores, ceramistas, alfareros, horneros y demás artífices que con su ingenio e impulso mantienen vivo el oficio.

Según la investigación de “Los Cuadernos del Barro” la tradición de este oficio puede dividirse en tres etapas y en cada una sobresalen artesanos que llevan consigo y transmiten sus saberes de generación en generación.

Dentro de la formación de la tradición y creación de las primeras fábricas productoras de cerámica, encontramos a personajes como Eliseo Pareja, Fidel Múnera, Bernardino Betancur, Julio Montoya y Froilano Betancur. 

De la época de la consolidación de la loza decorada a mano destacamos a Rafael Ángel Betancur, Alberto García, Pedro Bello, Francisco Pareja y Samuel Pareja, entre otros; y por parte de los artesanos que lograron hacer que la actividad cerámica no muriera y resurgiera en forma de pequeños talleres resaltamos a Gladys Bello, Nelson Zuluaga Quintero, Aníbal García, Eliana Moreno y José Ignacio Vélez. 

Ellos son algunos de los representantes de esta bella labor que junto a más carmelitanos con alma, corazón y unas prodigiosas manos mantienen viva esta tradición.

En cuanto a los talleres que son los espacios en los que se construye cada pieza de cerámica, muchos de ellos están conformados por los miembros de las familias artesanas de la región. En su mayoría son pequeños y desarrollan en este espacio mágico toda la producción y el almacenamiento de las piezas.

Entre estos talleres destacamos:

- Cerámicas el Dorado
- Cerámicas Esmaltarte
- Artesanías las Dos Pirámides
- Cerámicas El Horno Mágico
- Cerámicas Renacer
- Cerámica La Nueva Nacional
- Cerámicas Los Montoya

Piezas y pintas emblemáticas

Cazuelas, tazas, platos, pocillos, soperas, bandejas, cucharas, aguamaniles, cafeteras, floreros, candelabros, jarrones, ceniceros y demás artículos utilitarios, de mesa, cocina y decoración, son las piezas que llevan consigo la muestra de la habilidad y el talento de nuestros artesanos carmelitanos al momento de crear pintas por medio de sus pinceles guiados con sus manos.

Esta decoración hecha a mano, es el sello distintivo de la cerámica de El Carmen de Viboral y por su importancia, es fundamental mencionar algunas de las pintas más reconocidas que pueden ser nombradas con el nombre de su creador, la figura que representa, de la región en las que más se han vendido o de quienes las han comprado, como es el caso de la pinta Saúl, que fue nombrada así en homenaje al presentador de televisión Saúl García Viera, quien compraba piezas con este tipo de decoración. 

Algunas de estas decoraciones hechas a mano son:

Azul tradicional – Carmelina – Cartago – Viboral – Mayoral - Hortensia azul – Flora - Perla azulina – Florelba – Ramo – Girasol – Margarita – Liz – Maíz – Jardín – Primavera – Paisaje – Agua marina – Bavaria – Del huerto.

Tras décadas de trabajo y amor por este oficio, un reconocimiento especial llega en el año 2011 para el municipio: la Denominación de Origen para la cerámica de El Carmen de Viboral, la cual fue otorgada con el apoyo de Artesanías de Colombia por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio el 12 de diciembre 2011. 

Los carmelitanos se impulsan cada día a continuar el camino de los trazos, las formas, los colores, la arcilla y las pintas, que le dan vida a cada pieza artesanal, la cual enaltece y seguirá llenando de orgullo el alma, no solo de quien las crea, sino también de quien las lleva consigo.

Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía Siart, de Artesanías de Colombia. 

Fuente: Los cuadernos del barro, El Carmen de Viboral: el jardín llevado a la loza, 2014, Ministerio de Cultura, Fundación Tridha.