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De flores y de color

Por Artesanías de Colombia. jueves 20 de mayo de 2021

Seguimos celebrando el mes de mayo con las historias de nuestras madres artesanas. ¡Conozca a Olimpia Pabón, artesana de El Carmen de Viboral!

Artesana Olimpia Pabón
Olimpia Pabón - Imagen: Artesanaías de Colombia

Olimpia del Socorro Pabón creció viendo a su madre hacer vajillas en una fábrica de El Carmen de Viboral. Sin embargo, jamás pensó dedicarse a la artesanía. Estudió educación y realizó una especialización en artes en la Universidad de Antioquia. Pero la cerámica la inquietaba. 

Su madre le había inculcado el amor por el oficio y su esposo, Francisco Cardona, un experto en el trabajo desde niño, se encargó de enamorarla por completo de las tradicionales vajillas de El Carmen de Viboral.  

Hace 20 años fundaron el taller Cerámicas Esmaltarte (que cuenta con el sello de calidad Hecho a Mano), donde Francisco se dedica a la producción de vajillas, cazuelas, soperas, salseras, pocillos y materas, mientras Olimpia se encarga de las relaciones públicas y de buscar nuevos diseños para las piezas. 

Sus cuatro hijos, todos mayores ya, conocen el oficio y trabajan también en un taller que decidieron fundar: “Herencia” y que queda a escasos metros de Esmaltarte. Para ella, ser madre artesana es: “lo más bonito y lo más importante, porque no sólo soy madre sino que transmito el conocimiento que heredé de mi madre y que día a día, conservamos con mi esposo” 

Además de su trabajo en la empresa, es la representante legal de la Asociación Aproloza, la cual reúne a los trece talleres de cerámica más relevantes del municipio desde 2013. Ella se ha encargado de ser la voz ante la gobernación del departamento de decenas de artesanos que buscan políticas que incentiven la producción y conservación de la cerámica en la región.

Para elaborar las piezas de cerámica, en Esmaltarte preparan la pasta mezclando arcilla, cuarzo, feldespato y carbonato de calcio. Luego hacen los moldes, alistan los esmaltes, moldean o vacían las piezas y pulen delicadamente. Después dejan secar la producción y la ingresan al horno para realizar una primera cocción a 1.140 grados. Luego le dan vida y color a cada objeto, pintando a mano diseños florales tradicionales y diseños propios, de los cuales tienen 14 registrados con derechos de autor. Finalmente esmaltan y les dan a las piezas una segunda cocción que les aporta brillo y resistencia.

La tradición de la cerámica nació hace más de un siglo en El Carmen de Viboral, Antioquia. En 1898 se fundó la primera empresa, en donde las mujeres moldeaban el barro y los hombres buscaban la leña para la quema de las piezas en hornos de leña. Las vajillas eran cargadas en mulas para vender en pueblos vecinos y, con el tiempo, empezaron a salir en grandes camiones que las distribuían a varias ciudades del país. 

También se crearon nuevos talleres y comenzaron a incorporarse bordes de color y flores de la región, haciendo que las vajillas del municipio resaltaran por sus delicadas pinturas hechas a mano.

Estas piezas han llegado hasta las manos del papa Francisco, la reina Isabel y los reyes de España. En 2011 las vajillas de El Carmen de Viboral recibieron el sello de denominación de origen y en septiembre de 2020 fueron declaradas Patrimonio Nacional de Colombia. 

Celebremos el mes de las madres con las historias que nos inspiran, nos recuerdan el origen y nos animan a conservar nuestra tradición. ¡Que vivan las Artesanías!

Olimpia del Socorro Pabón creció viendo a su madre hacer vajillas en una fábrica de El Carmen de Viboral. Sin embargo, jamás pensó dedicarse a la artesanía. Estudió educación y realizó una especialización en artes en la Universidad de Antioquia. Pero la cerámica la inquietaba. 
Su madre le había inculcado el amor por el oficio y su esposo, Francisco Cardona, un experto en el trabajo desde niño, se encargó de enamorarla por completo de las tradicionales vajillas de El Carmen de Viboral.  
Hace 20 años fundaron el taller Cerámicas Esmaltarte (que cuenta con el sello de calidad Hecho a Mano), donde Francisco se dedica a la producción de vajillas, cazuelas, soperas, salseras, pocillos y materas, mientras Olimpia se encarga de las relaciones públicas y de buscar nuevos diseños para las piezas. 
Sus cuatro hijos, todos mayores ya, conocen el oficio y trabajan también en un taller que decidieron fundar: “Herencia” y que queda a escasos metros de Esmaltarte. Para ella, ser madre artesana es: “lo más bonito y lo más importante, porque no sólo soy madre sino que transmito el conocimiento que heredé de mi madre y que día a día, conservamos con mi esposo” 
Además de su trabajo en la empresa, es la representante legal de la Asociación Aproloza, la cual reúne a los trece talleres de cerámica más relevantes del municipio desde 2013. Ella se ha encargado de ser la voz ante la gobernación del departamento de decenas de artesanos que buscan políticas que incentiven la producción y conservación de la cerámica en la región.
Para elaborar las piezas de cerámica, en Esmaltarte preparan la pasta mezclando arcilla, cuarzo, feldespato y carbonato de calcio. Luego hacen los moldes, alistan los esmaltes, moldean o vacían las piezas y pulen delicadamente. Después dejan secar la producción y la ingresan al horno para realizar una primera cocción a 1.140 grados. Luego le dan vida y color a cada objeto, pintando a mano diseños florales tradicionales y diseños propios, de los cuales tienen 14 registrados con derechos de autor. Finalmente esmaltan y les dan a las piezas una segunda cocción que les aporta brillo y resistencia.
La tradición de la cerámica nació hace más de un siglo en El Carmen de Viboral, Antioquia. En 1898 se fundó la primera empresa, en donde las mujeres moldeaban el barro y los hombres buscaban la leña para la quema de las piezas en hornos de leña. Las vajillas eran cargadas en mulas para vender en pueblos vecinos y, con el tiempo, empezaron a salir en grandes camiones que las distribuían a varias ciudades del país. 
También se crearon nuevos talleres y comenzaron a incorporarse bordes de color y flores de la región, haciendo que las vajillas del municipio resaltaran por sus delicadas pinturas hechas a mano.
Estas piezas han llegado hasta las manos del papa Francisco, la reina Isabel y los reyes de España. En 2011 las vajillas de El Carmen de Viboral recibieron el sello de denominación de origen y en septiembre de 2020 fueron declaradas Patrimonio Nacional de Colombia. 
Celebremos el mes de las madres con las historias que nos inspiran, nos recuerdan el origen y nos animan a conservar nuestra tradición. ¡Que vivan las Artesanías!

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7 de mayo de 2024 - Última actualización: 7 de mayo de 2024

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