Leopoldina Jiménez tiene 80 años, y desde hace 48 años ha dedicado su vida a la elaboración de tejidos de lana a dos agujas, tiempo en el que ha venido dejando un legado artesanal a nuevas generaciones a través de su trabajo y grandes lecciones, es por esto que en 2016 fue reconocida con la Medalla a la Maestría Artesanal ‘Maestro de Maestros’.

Nació en el municipio de Gachetá, y como cuenta ‘humildemente’, solo cursó hasta quinto de primaria, así que desde muy joven empezó a trabajar en diferentes oficios.  El que más recuerda es en la plaza haciendo arepas de maíz. Todos los días se levantaba a la 1:00 am a trabajar para sacar adelante a sus 5 hijos.

Su vida fue avanzando, hasta que al cumplir 30 años descubrió de la mano Elena Gómez, hija de Wálter Goggel (uno de los fundadores de Alpina) el oficio que la haría famosa no solo en su municipio sino en toda Colombia: los tejidos y la artesanía.

Durante 5 años se dedicó a aprender, practicar y perfeccionar este oficio, hasta que luego de un tiempo y varias ideas se decidió a montar su propia empresa ‘Tejidos Ove’; en donde confeccionaba y vendía sus propios abrigos, guantes, gorros, ruanas, vestidos y todo tipo de accesorios tejidos.

“Recuerdo que empecé a trabajar con un crédito de 10.000, eso era un dineral en esa época, pero no me faltaba la motivación y las ganas de sacar adelante a mi familia”, cuenta.

Para ella siempre fue fundamental trabajar, el saber hacer cosas fue el pilar de su éxito, por eso desde que ellas cumplieron 7 años también se enfocó en transmitirle a sus hijas el oficio artesanal y que al igual que su madre siempre fueran más allá de lo que la vida les daba.

“Mi meta siempre ha sido innovar, no quedarme con lo que aprendí, eso lo aprendí de doña Elena. Ella siempre nos decía que uno debe estar aprendiendo todo el tiempo y no quedarse con lo poco que ya uno sabe”, recuerda alegremente.

En su diario vivir, tejer se convirtió en su estilo de vida y desea que más personas se involucren con su oficio artesanal. Así ha venido enseñando a tejer tanto a jóvenes como a mujeres de la tercera edad que buscan en esta técnica, una nueva forma de ver la vida teniendo como inspiración y maestra a Leopoldina.

La calidad y perfección de su trabajo ha destacado su presencia en cada feria de la Alcaldía de Sopó, y en el año 2015, la hizo acreedora del Sello de Calidad tras su participación en Expoartesano.

Más allá de sus participaciones y reconocimientos, Leopoldina se ha convertido en un símbolo del trabajo y el emprendimiento artesanal, consciente de que su esfuerzo y dedicación la han llevado a ser merecedora de la Medalla a la Maestría ‘Maestro de Maestros’ en 2016.

“Que la gente respalde mi trabajo y le guste es un orgullo. Este reconocimiento es la prueba de que mi trabajo ha dejado huella, me siento muy feliz de haber llegado a este escalón.”
 
Esta medalla es un homenaje de Artesanías de Colombia a Leopoldina y su labor para conservar los oficios artesanales sirviendo de inspiración a todas las mujeres que con sus ideas, trabajo y creatividad llenan de orgullo cada región de nuestro país.

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Ricardo Durán
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