Por Artesanías de Colombia viernes 15 de mayo de 2020
Angélica Chiles y Octavio Toro son un par de artesanos que desde sus talleres en Nariño y Valle del Cauca, mantienen vivos oficios maravillosos. ¡Aquí le contamos un poco sobre ellos!
Artesanías de Colombia, a través de sus Laboratorios de Innovación y Diseño, continúa su tarea de fortalecer la labor artesanal en el país. Por ello, en el marco de la emergencia sanitaria por Covid-19 y de la estrategia #ArtesanoEstamosContigo, la entidad presenta la serie: “Historias de nuestra región”.
Esta serie comparte relatos de algunos artesanos y talleres artesanos vinculados a los Laboratorios de Innovación y Diseño del país, divididos en cinco regiones: Caribe, Amazonía y Sur Andina, Andén Pacífico, Centro Occidente y Eje Cafetero.
Aquí, dos historias de la región Sur Andina:
“Tamo de oro”. Así se llama el taller que Angélica Chiles decidió emprender y en el cual, junto a su esposo, crea piezas que con el paso de los años, demuestran una identidad propia con diseños que se caracterizan por su singularidad y fuerza femenina, justamente esa misma que en sus palabras: “se necesita para sacar adelante todo lo que queremos”.
El enchapado en tamo es una técnica artesanal de Pasto, Nariño, en la que se adhieren a la madera, delgadas y finas fibras de trigo logrando obtener piezas con decoraciones gráficas únicas que surgen de la imaginación del artesano, como Angélica, quien ha trabajado hace 25 años en este oficio con amor, entrega y compromiso.
La inspiración de Octavio Toro comenzó hace 25 años, cuando su hijo nació. Esta alegría le hizo elaborar con sus manos, un camión paseador en madera. Ese fue el momento en que se dio cuenta de su habilidad para transformar la madera en algo divertido y útil.
Comenzó elaborando juegos didácticos, pero su creatividad lo llevó a enfocarse en los automóviles. Su desarrollo de producto está basado en la creación de modelos originales y únicos, tomando como premisa, la proporción de las formas para que el vehículo conserve su escala exacta.
Octavio aprovecha las texturas y cualidades de la madera, para darle ese toque de belleza a los acabados, empleando tintas, pinturas y selladores adecuados, para darle un sello personal a su producto, utilizando herramientas manuales para imprimir ese valor único de una obra hecha a mano.
Su propósito es recrear en los clientes, el sentimiento de remembranza de los carros de juguete hechos en madera.
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