San José, El Litoral Del San Juan, Chocó
werregue (Fibras vegetales) -
21-25 cm
Hogar y Decoración - Indígena y Tradicional -
Al interior de las selvas chocoanas habitan los indígenas Wounaan o Noanamá, reconocidos en el mundo artesanal por la finura de sus canastos o “cocas de Werregue”.Son gente de agua y de monte que están asentados sobre las riveras del Bajo San Juan y habitan la cuenca hasta su desembocadura.
Rodeados por la exuberancia natural, cazan, pescan, recolectan frutos y tienen cultivos de pan coger. Para establecer una conexión con su entorno, las mujeres se adornan con collares de chaquiras y se pintan con achiote y jagua.
Son incansables trabajadoras, ayudan a los hombres en los trabajos de monte y se dedican a la elaboración de cestos con la fibra de la palma de werregue (Astrocaryum standleyanum). Las habitantes del caserío de Pichimá son las artesanas más reconocidas por esta labor.
Los canastos se elaboran con la técnica en espiral, utilizando un cordón como “alma” o “tripa”, alrededor del cual se teje un hilo de color más delgado. Las fibras se secan al sol y los hilos delgados se tuercen y brillan mediante fricción.
Antiguamente, se hacían canastos pequeños de color crudo, pero la influencia de las monjas misioneras motivó a las artesanas a tejer canastos más grandes y a plasmar figuras anaranjadas y negras con la aplicación de tintes naturales, como el achiote o puchama, que las mujeres siembran en sus huertos caseros.
Las figuras que aparecen en los canastos aluden a situaciones de la vida cotidiana, imágenes del pasado, elementos de la naturaleza y creencias o figuras geométricas.