Por Sistema de Información para la Artesanía - Siart. miércoles 29 de agosto de 2018
En 2017, el Resguardo Arhuaco obtuvo la Medalla a la Maestría Artesanal de Fomento. ¡Aquí le contamos un poco más sobre esta comunidad que agrupa cerca de 15 mil artesanas!
Ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, en este resguardo habitan cerca de 15.000 mujeres artesanas que elaboran mochilas Arhuacas de forma tradicional, dando a conocer el trabajo y cultura de su pueblo.
Su constante actividad en la valoración y la promoción de la tradición artesanal Arhuaca, contribuyendo a la generación de ingresos para la comunidad, hizo merecedor al Resguardo Arhuaco, de la Medalla de la Maestría Artesanal en la categoría “Fomento’, un reconocimiento al trabajo y talento de las artesanas tejedoras de este pueblo indígena.
Para conocer más detalles sobre el Resguardo Arhuaco y su labor, conversamos con la artesana Cheika Torres, quien además de mostrarnos cómo llevan a cabo su oficio artesanal, nos contó qué significa para el Resguardo, haber obtenido la Medalla a la Maestría Artesanal en 2017.
“Las mujeres arhuacas nos hemos dedicado, yo creo que toda la vida, a tejer. Hace parte de nuestra tradición y de nuestra cotidianidad; por eso, lo hacemos de generación en generación, y así, las niñas van aprendiendo de su mamá.
Nosotras, como dicen los mamos, desde que se creó el mundo siempre hemos tejido. Es la representación de la feminidad y de la fertilidad. La mochila representa el útero femenino y por eso está hecha por mujeres.
Aunque el trabajo del Resguardo Arhuaco ha sido más notorio en el tema político que en el artesanal, ya desde 2012 con la creación de la Asociación de Autoridades Arhuacas ASO-CIT, hemos visto en nuestro legado artesanal un factor importante de fomento de nuestra cultura y de comercialización de productos.
Antes no nos habíamos fijado y las artesanías están siendo ahora, como en su momento lo fueron el café, el aguacate o la ganadería; una de las manifestaciones que nos muestra ante el mundo. A pesar de que la comercialización es un poco complicada, siendo nosotros Arhuacos y teniendo conocimiento de nuestras costumbres y de nuestros productos; hemos venido fomentando a las mochilas Arhuacas como aquello que nos representa.
En el Resguardo hay cerca de 15 mil mujeres que tejen, todas hacen parte del Resguardo independientemente de si pertenecen a la Asociación o no, que de todas formas, es la mano derecha del resguardo, y ha venido trabajando en temas de protección y de reconocimiento de todo el Pueblo Arhuaco”.
“Un siempre está tejiendo, eso hace parte de la vida cotidiana, si uno está en la casa está tejiendo, si va a una asamblea está tejiendo, si va caminando, va tejiendo. Antes, tejer la mochila Arhuaca era la manera en que las jóvenes conseguían a su esposo.
Cuando uno se pregunta sobre el proceso de elaboración de una mochila, entonces se da cuenta de que, al hacerlo todos los días, es algo casi que inconsciente. Desde pequeñas, siempre vamos a esquilar los ovejos, a lavar la lana, a hacer las bolitas de lana, a hilar, a tejer...
Al ser algo que en nuestra vida cotidiana no hemos visto como un proceso, entonces uno se da cuenta de que las mujeres que hacen el trabajo no son las que están recibiendo el reconocimiento que deberían. Por eso justamente la Asociación también dijo: no, son las mujeres, las que están en su territorio; las que deben recibir el reconocimiento por las mochilas tejidas.
“Bueno, este es uno de los logros más que tenemos y que al ser Arhuacos, nos da más orgullo, porque eso quiere decir que una de las partecitas de lo que somos, está siendo reconocida.
Para nosotros en la Asociación es muy importante, pero yo creo que también lo es para nuestra comunidad, ya que ganar un premio por algo que siempre hemos hecho, quiere decir que podemos llegar a más personas con nuestra historia.
Hay mucha gente que desconoce todo lo que hay detrás de una Mochila Arhuaca. Hay quienes por ejemplo, creen que el Pueblo Arhuaco está sólo en Santa Marta y no saben que la mayoría vivimos en Valledupar. Entonces, premios como la Medalla, han servido para que también conozcan otros aspectos de nuestra comunidad.
En Valledupar por ejemplo, es donde la Asociación tiene sus oficinas; allí, funciona como un centro de acopio, y todas las mujeres de todas las regiones traen las mochilas hasta acá. Es todo un reto logístico y económico que estamos asumiendo porque todos somos parte de un solo pueblo, y que contribuye al fomento de nuestra tradición artesanal”
Mayores informes
Ricardo Durán
Artesanías de Colombia S.A.
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