Por Cooperación Internacional - SIART martes 7 de mayo de 2013
Desde este 14 de mayo y hasta el 28, se inaugura en el almacén del norte de Bogotá una exposición de la Maestra artesana Rosa María Jerez.
Tras cumplirse casi un año de apertura del almacén de Artesanías de Colombia, en el corazón turístico y financiero de la capital del país, se inaugurará por primera vez una mística exposición compuesta por cien vírgenes elaboradas a mano en barro y arcilla por la maestra artesana Rosa María Jerez.
Esta alfarera oriunda del municipio de Ráquira, Boyacá y quien desde hace 30 años se desempeña con impecable maestría en la creación de objetos en arcilla y que en varias ocasiones la han llevado a tener meritorios reconocimientos, al representar al país en varios festivales internacionales, entre ellos en el Smithsonian Folklife Festival en el año 2011 en Washington.
Hoy una vez más, esta artesana de 51 años vuelve a ser noticia al ser escogida por la Primera Dama, María Clemencia Rodríguez de Santos luego de apreciar sus laboriosas vírgenes elaboradas en arcilla, para obsequiar una de ellas al papa Francisco el próximo 12 de mayo, durante la canonización de la Madre Laura.
La exhibición de las cien vírgenes estará abierta al público del 14 al 28 de mayo en el almacén del norte de Artesanías de Colombia, en la Calle 86A # 13A–10, para que la gente pueda conocer el grandioso trabajo de esta artesana.
En esta muestra el visitante podrá encontrar vírgenes medianas con altura de veinticinco centímetros hasta otras más grandes de setenta centímetros de alto.
Para elaborarlas Rosa María, extrae la arcilla de una mina para luego proceder a amasarla ayudándose de sus pies, y finalmente moldea y da vida a estos maravillosos objetos que le han brindado numerosas satisfacciones.
Sus creaciones son únicas e irrepetibles, “siempre intencionalmente cambio algo de una virgen a otra y cada una queda con cosas distintas. Creo que eso le da más valor a este arte”, comentó Rosa María Jerez, quien también manifestó sentirse muy contenta al saber que una de sus piezas tendrá desde ahora su hogar en el Vaticano.
De forma paralela Artesanías de Colombia, planea en breve un taller de cerámica que estará a cargo de esta artesana Rosa María Jeréz y que será abierto al público en general, con el fin de que los asistentes puedan aprender de primera mano cómo se realizan estas piezas.
Quiero saber si tienen a la virgen de Chiquinquirá , en que materiales, tamaños y costo. Las requiero para un suvenir en un congreso internacional, serían como 5 docenas.
Quiero saber si tienen a la virgen de Chiquinquirá , en que materiales, tamaños y costo. Las requiero para un suvenir en un congreso internacional, serían como 5 docenas.
Buenos dias . estoy interesaa en conocer una virgen para interperie. necesito la milagrosa. muchas gracias por su tiempo. quedo atenta.
Buenos dias . estoy interesaa en conocer una virgen para interperie. necesito la milagrosa. muchas gracias por su tiempo. quedo atenta.
Buenos dias . estoy interesaa en conocer una virgen para interperie. necesito la milagrosa. muchas gracias por su tiempo. quedo atenta.
Excelente iniciativa de comunicación. Permite entender mucho más de la actividad creativa y de la habilidad técnica de quienes están detras del objeto mismo. Felicitaciones por esta forma multimodal de narración. Por otra parte, no deja de ser interesante la puesta en vilo que permite este tipo de manifestaciones (las de ellas y las de la publicación) al anonimato al que remite la noción de artesanía popular tradicional que fue sancionada con el decreto 258 de 1987. De similar calado, está la pregunta por la dificultad con la que pensamos, en Colombia, la artesanía como parte de las artes populares o, incluso, como arte a secas. Finalmente, y no menos importante, está la pregunta por la función pedagógica o socializadora que cumple el almacén al permitirse la conversión en galería para una exhibición. Cuestión que no es menos problématica en términos del campo del arte, pero que con toda seguridad si le brinda muchas posibilidades a Rosa Jerez y permite el reconocimiento al trabajo de su madre. Quizá y no en vano, la plaza de Ráquira cambió el burrito por las virgenes.
