Clusia alata: chagualo (Antioquia, Quindío, Risaralda y Tolima); chagualo colorado (Quindío); chagualón y cape grande (Antioquia); cucharo (Salamina, Caldas); gaque (Antioquia, Cundinamarca, Boyacá y Tolima). Clusia crenata: chagualo (Quindío y Risaralda). Clusia lineata: chagualo (Quindío). Clusia multiflora: caucho (Cundinamarca); chagualo (Antioquia y Caldas); chagualo de hoja grande (Santander); cucharo (Caldas y Cundinamarca); gaque (Cundinamarca, Santander); himpano y incienso (Nariño); sape (Cundinamarca); manduro (Nariño); tampaco (Norte de Santander). Clusia sp.: chagualo (Antioquia, Quindío y Risaralda).
Árboles o arbustos hemiepífitos con raíces aéreas que cuelgan desde ramas altas hasta enraizarse finalmente en el suelo. Corteza interna con exudado blancuzco o amarillento. Hojas simples, opuestas, por lo general redondeadas o elípticas, coriáceas, con la margen entera.
Flores aromáticas, carnosas, de color blanco o amarillo, agrupadas hacia las puntas de las ramas, con flores femeninas y masculinas en individuos separados. Fruto esférico y carnoso, que se abre en forma de estrella para exponer varias semillas negras, recubiertas por un arilo o
envoltura carnosa de color anaranjado.
El género Clusia está ampliamente distribuido en todos los pisos térmicos del país. Clusia alata crece desde Costa Rica hasta Perú; en Colombia se ha encontrado principalmente en toda la región andina, desde 100 hasta 3500 m de altitud. De otro lado, Clusia crenata crece desde Colombia hasta Perú; en Colombia se ha encontrado entre 800 y 2300 m de altitud, en la Región Andina. Clusia lineata crece entre 200 y 2700 m de altitud en la Región Andina. Por su parte, Clusia multiflora crece en todo el país entre 100 y 3200 m de altitud. Según registros de herbario Clusia sp., se encuentra ampliamente distribuida, entre 2000 y 3400 m de altitud, en la Cordillera Central, en Tolirna, Quindío, Risaralda y Caldas; también se ha encontrado en la Cordillera Occidental, en Risaralda, y en la Cordillera Oriental, en Meta. En general, los chagualos son árboles del interior de bosques húmedos y rara vez se encuentran en los bordes de bosques o en áreas deforestadas. Las semillas de los chagualos son alimento de algunas aves, quienes las depositan en las ramas de otros árboles, donde germinan y extienden sus raíces hasta conectarse al suelo, enraizar, estrangular al árbol hospedero y, finalmente, convertirse en un árbol independiente.
Raíces aéreas colgantes y raíces subterráneas.
Canastos.
La utilización de los chagualos, como materia prima para la elaboración de canastos, tuvo su mayor auge durante la bonanza cafetera, cuando la recolección del grano y otros productos agrícolas era la actividad predominante en los climas medios de los Andes colombianos. Una reseña del oficio de la cestería en la región cafetera se encuentra en la ficha del azufre.
Actualmente, los chagualos se extraen y procesan en los mUniCIpIOS de Filandia (Quindío), Pereira, Santa Rosa de Cabal y La Virginia (Risaralda), Pachavita (Boyacá), Sansón (Antioquia), El Diviso (Tumaco, Nariño) y en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta (Magdalena). También se tiene información de su uso por parte de los Embera en el norte de Antioquia.
En el eje cafetero, de los chagualos se usan las raíces adventicias que se descuelgan desde lo alto de los árboles. Estas raíces tienen una corteza color café grisáceo, y cuando se cortan producen un exudado transparente, lechoso o ligeramente amarillento. El diámetro de los bejucos aprovechables puede oscilar entre 15 y 25 mm y la longitud puede variar desde unos cuantos metros hasta 20 ó más, dependiendo de la altura de la planta en el árbol hospedero.
Cuando se ubica una planta de chagualo, los artesanos se trepan al árbol hospedero por uno de los bejucos más gruesos o por los tallos de otras plantas, con el fin de alcanzar la mayor altura y cortar los bejucos de la mayor longitud posible. Una vez cosechados, los chagualos se raspan para quitarles la corteza y dejar únicamente la "almendra", que es la materia prima para la elaboración de canastos. Al igual que otras raíces utilizadas para el mismo fin, los chagualos se parten longitudinalmente en varias tiras, cuyo número depende del grosor del bejuco y finalmente, se dejan secar al sol durante varios días.
En la elaboración de un canasto, los chagualos se mezclan con otras materias primas como el chusco o los cucharos. Los chagualos sirven para realizar el tejido de los canastos, aunque ocasionalmente se usan también para los bordes del canasto. Aunque los chagualos se consideran una materia prima rendidora y de buena calidad, su uso ha decrecido en la actualidad debido a la escasez del recurso.
En otras regiones del país, diferentes al Eje Cafetero, se usan las raíces subterráneas de
varias especies de Clusia de porte arbóreo (Clusia lineata y Clusia multiflora) conocidas frecuentemente como gaques, para elaborar el mismo tipo de cestería. El proceso consiste en desnudar las raíces de los árboles con la ayuda de un azadón o una pala, y extraer las más delgadas (de 2 a 3 cm de diámetro), tan largas como sea posible. El proceso de transformación de la materia prima es similar al mencionado para las raíces aéreas de los chagualos.
Una reseña de los aspectos socioeconómicos de la cestería en el Eje Cafetero se encuentra en la ficha del tripeperro. Los bejucos de chagualos generalmente no se comercializan, puesto que sólo se elaboran cuando hay acceso a suficiente materia prima, bastante escasa en la actualidad. En cuanto a la comercialización de los canastos, se realiza en las casas de los artesanos, almacenes, casetas o plazas de mercado. Las raíces de los gaques, al igual que las de los chagualos, no tienen mayor cornercialización; sin embargo, existe una red de colectores en bosques andinos de Sonsón (Antioquia) que comercializa raíces de gaques con destino a Tenza (Boyacá).
Para estas plantas no se cuenta con ningún tipo de estudio biológico o de otra índole. Se estima, por información de los artesanos, que estas plantas se han venido agotando, pues ya es raro encontrar estos bejucos en bosques frecuentemente visitados por extractores. Además, por su forma de crecimiento, hospedados sobre grandes árboles, los chagualos dependen para su reproducción y supervivencia de bosques en buen estado de conservación. Por esta razón, el actual deterioro de los relictos boscosos de la región cafetera es una de las principales causas de la desaparición de este tipo de recursos.
Se consideran importantes para reforestar cuencas hidrográficas.
Fuente: Linares, E. Galeano, G. García, N. Figueroa, Y. (2008) "Fibras vegetales empleadas en artesanías en Colombia" Bogotá, Colombia.
Relacionados: Chagualo, Gaques; Artesanos;
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