Colombia artesanal: Ráquira, manos que le dan vida al barro
Por Sistema de Información para la Artesanía - Siart
“Tengo el alma hecha de barro
De mi tierra raquireña
Y una canta siempre lista
Para echarla donde sea”
Canción El Raquireño – Jorge Velosa Ruiz
Ráquira es un municipio del departamento de Boyacá, ubicado en la provincia de Ricaurte. Está dividido en 20 veredas y un casco urbano y dentro de él, la magia del barro se ha apoderado de sus habitantes, para darle forma y valor a las artesanías que hoy ocupan el 75% de la economía del municipio.
El 80% de sus más de 13 mil habitantes se dedican al trabajo de la cerámica y dentro de toda esta producción artesanal tradicional, se destaca una gran diversidad de técnicas, utilizadas principalmente para la elaboración de vasijas utilitarias.
Los territorios en los que la producción de cerámica es notoria es en las veredas de Resguardo Oriente, Resguardo Occidente, Ollerías, Pueblo Viejo, Candelaria Oriente, Candelaria Occidente y el centro urbano de Ráquira.
El oficio de la alfarería y la cerámica es tradición en Ráquira y ha perdurado con los años debido a su constante transformación. El uso de la tierra, el aire, el fuego, el agua y las manos prodigiosas de un artesano, se unen para crear un artículo que no solo es utilizado para depositar otros elementos como tierra y alimentos, sino que lleva consigo la historia y la cultura de un pueblo que vive de crear arte con sus manos y por lo cual debe ser valorado.
Respetando la tierra
Históricamente, se cuenta que este municipio se llamaba “Ruaquira”. Su nombre combinaba las palabras chibchas RUA (olla) y QUIRA (pueblo) que significa “Pueblo de olleros” o “pueblo de ollas” y lo que nos da conocer que desde sus inicios, Ráquira es y ha sido un territorio artesano.
Por otro lado, investigaciones han establecido que antiguamente al trabajo del barro se le denominaba alfarería, pero con el paso de los años, este oficio ha recibido el nombre de cerámica.
Alfarería: Forma antigua de elaborar vasijas utilitarias y decorativas, con gran valor arqueológico y etnográfico.
Cerámica: Técnicas más pulidas para la elaboración de piezas con esmaltados, decorados y acabados más finos.
En la época de la colonia, las encargadas de la producción artesanal eran las mujeres quienes con propiedad, amor y arraigo cultural por la técnica, la han transmitido de generación en generación. Su labor ha sido fundamental al momento de transmitir y conservar los saberes.
En 1936 se creó la primera Escuela de cerámica en Ráquira y se logró incursionar en la innovación con objetos como ceniceros, vajillas y materas en forma Muisca, entre otros, y en 1973, Artesanías de Colombia creó el Centro Artesanal de Ráquira, con el fin de mejorar las técnicas de producción y comercialización del municipio.
Para los raquireños, “el barro, la olla y sus técnicas, sintetizaban el pensamiento, la visión y los principios de vida de la comunidad, sus roles y su organización social”, por esta razón es importante reconocer la labor del artesano para así darle valor a su oficio.
Si hablamos de Ráquira, pensamos en la tradicional olla de barro, una aliada perfecta para preparar el cocido boyacense o el tradicional masato de arroz, pero, adicional a este artículo, en el “pueblo de olleros” se elaboran piezas emblemáticas que cuentan la historia y la tradición de las expresiones de un pueblo que surge con el barro y lo transforma para mostrar su cultura en un objeto.
La alfarería y la cerámica en Ráquira han permanecido en el tiempo por ser este, un oficio de tradición dentro de las familias raquireñas. Abuelos que le enseñaron el oficio a sus hijos, nietos, esposas, sobrinos, hermanos, una técnica ancestral por la que hoy es satisfactorio reconocer y exaltar a artesanos como Sabulón Melo, Saúl Valero, Rosa Ráquira, Javier Sierra, la familia Jeréz y muchos más que con sus manos le dan vida al barro…
Espere en nuestro próximo especial más sobre nuestro querido “pueblo de olleros”, Ráquira.
Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía Siart, de Artesanías de Colombia.
Fuente: Ráquira, de la olla a la casa, 2014, Ministerio de Cultura, Fundación Tridha