Por Centro de Investigación y Documentación para la Artesanía - CENDAR viernes 8 de abril de 2016
Las chivas en cerámica son una representación viva de este transporte típico de las zonas rurales, símbolo colorido de identidad nacional.
Las chivas en cerámica son una representación viva de este transporte típico de las zonas rurales, símbolo colorido de identidad nacional. Desde que Cecilia Vargas Muñoz llegó a Pitalito, hace más de cinco décadas, aprovechó la variedad de arcillas que encontró en la región para hacer la primera chiva de barro.
Su obra inspiró a numerosos artesanos que actualmente reproducen esta figura, adicionándole elementos característicos de las diferentes regiones.
Estas piezas ilustran las chivas colombianas que recorren escarpados caminos y montañas como un universo de tradiciones ambulante. Los campesinos se montan en ella para llevar sus cosechas y animales a las plazas de mercado o para asistir a las procesiones, fiestas y funerales en el pueblo.
Sobre una parrilla en el techo cargan gallinas, guacales con frutas, racimos de plátano, maíz en costales y bultos de papa. En ella viajan los niños, los llantos, los amores, los cantos y los ritmos que alegran el recorrido de un pueblo campesino.