Por Centro de Información y Documentación – CENDAR viernes 1 de abril de 2016
En la grandeza de la selva Amázonica convive una diversidad de etnias indígenas que, a pesar de sus diferentes formas de vida, comparten algunas prácticas como la cestería.
En la grandeza de la selva Amazónica convive una diversidad de etnias indígenas que, a pesar de sus diferentes formas de vida, comparten algunas prácticas como la cestería.
Para los grupos Huitoto, Muinane, Desana y Cubeo, ésta es una actividad masculina con una fuerte carga simbólica y cultural. Los indígenas aprovechan fibras vegetales como el Guarumo, Juajua, Cumare o Chambira, para elaborar objetos de uso doméstico y ritual.
Símbolo de sabiduría y conocimiento sirve de contenedor para las palabras sagradas. Según el mito, cada indígena debe recoger los mensajes dichos por el padre y guardarlos junto con su corona, brazalete y collar, que son fuentes de iluminación. Los sabedores hacen tejidos tupidos para que “no se caiga nada”, mientras que los aprendices hacen tejidos abiertos por donde pueden caerse “las cosas”.
Es un exprimidor flexible de forma cilíndrica que extrae el cianuro de la yuca brava, por medio de una torsión. Su tamaño varía de acuerdo con la cantidad de gente que habita la maloca o casa comunitaria ancestral. Según la narración indígena, la apariencia del tejido representa la boa.
Sirve para filtrar la masa de la yuca. Simultáneamente, hace parte de un ejercicio espiritual, en el que se depura lo ligero y se retienen “las cosas” con mayor potencial.
Canasto plano en el que se ofrecen las tortas de casabe una vez se cocinan en el fogón. En la mitología, el bejuco de su marco simboliza el cordón umbilical.