Taracea de Pasto para el mundo

En el barrio Mijitayo de la ciudad de Pasto, en Nariño, toma forma un sueño que Edwing Armando Ortega empezó a tallar desde niño: el de trascender de artesano a artista elevando la calidad y nivel de detalle de sus obras. Edwing tiene 47 años y desde los 13 se inició en los oficios artesanales de la madera. De su padre heredó la habilidad con las manos, esas con las que en su niñez le dio forma a sus superhéroes en trozos de madera.

Conarte fue el primer taller que lo acogió, allí aprendió a manejar el torno y las primeras técnicas del tallado en madera. Poco menos de diez años después, en el mismo barrio Mijitayo, abrió las puertas de Madercrea, un taller de base en el que inicialmente sólo hacía productos en blanco para los artesanos del barniz y el tamo.

“Luego, con el deseo de darme a conocer, busqué mi identidad. Empecé a usar maderas y a hacer ensambles, encontrándome con la taracea, una técnica olvidada hasta ese momento en Nariño”,dice Edwing, quien desde entonces no ha parado de crecer como artesano.

La taracea consiste en incrustar en una misma base, trozos de madera de diferentes colores para darle vida a una obra. Una técnica que en manos de Edwing, ha ido evolucionando con la inclusión de detalles precolombinos. Este artesano nariñense empezó trabajando con Granadillo y Pandala, dos especies maderables nativas de Nariño; y luego, en su trasegar por ferias en distintas regiones del país, ha conocido artesanos con los que ha hace trueques.

Gracias a estos trueques, han llegado a sus manos especies como el Colorado, el Nazareno, el Palosangre y otras que hacen parte de los 25 tipos de maderas con que le da vida a sus creaciones, entre las que se cuentan jarrones, bateas, bomboneras y más recientemente, cuadros y retablos.

Edwing y su exquisito trabajo ha sido merecedores de múltiples reconocimientos de parte de la Alcaldía de Pasto, la Gobernación de Nariño y otras instituciones. Pero el más importante, según dice, ha sido la Medalla a la Maestría Artesanal Contemporánea entregada por Artesanías de Colombia en el año 2012, y la cual en sus palabras: “ha sido un impulso para mejorar”.

Hoy junto a sus colegas, Edwing está trabajando para sacar adelante una política pública a nivel departamental, que dignifique la labor de todos los artesanos en Nariño. Sueña con el día en que él y los artesanos de toda Colombia sean reconocidos al mismo nivel que han adquirido sus pares en Europa.

Por ahora, mientras las obras de Edwing se encuentran en rincones de toda Colombia, y en países como Inglaterra, Japón, Brasil, España y Estados Unidos, él sigue en su taller del barrio Mijitayo, generando empleo a diez personas, redescubriendo su esencia y trabajando para que sus artesanías sean cada vez más: mejores obras de arte “Quiero dar el salto al arte y en eso estoy dando mis primeros pasos”. ¡Seguro seguirá creciendo!

Conozca a Edwing Armando Ortega y a más de 400 artesanos colombianos, en Expoartesano 2018, un encuentro con la belleza de nuestro origen y con los guardianes de nuestras tradiciones. 

*Texto elaborado con información de: Expoartesano 2018.

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Álvaro Iván Caro Niño
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