Las bateas de Santa Rosa

Carlos Alberto López creció en la zona rural de Santa Rosa de Cabal, Risaralda. Aprendió a ser arriero y a cortar madera para hacer largas piras de las que luego extraía carbón. Cada semana, junto a su padre, bajaban de la vereda con bultos de madera y carbón para comercializarlos en el pueblo. 

Carlos Alberto sabía desde muy pequeño, que su vida estaba ligada a la madera. A los doce años, su familia se trasladó de las montañas al casco urbano. En Santa Rosa, los tíos de su mamá desarrollaron una tradición familiar que los posicionó como los precursores artesanos de la batea en la región. 

Carlos Alberto aprendió el oficio de la madera viendo cómo su padre y sus tíos transformaban troncos de cedro colorado en resistentes bateas para la mesa y la cocina. Su adolescencia inquieta lo llevó a experimentar con nuevas formas: tablas para picar, molinillos y cucharas ampliaron el repertorio artesanal de la familia, junto a la implementación de otras maderas como la del guacamayo y el pino. 

A los 25 años fundó el Taller Manos Creativas. Hoy tiene 58 años y emplea a tres sobrinos. Además de los utensilios del menaje de cocina, elaboran vistosos fruteros, tablas para quesos, centros de mesa y una amplia gama de animales decorativos como elefantes, toros, caballos y jirafas hechos en urapán.  

Los bloques de madera de nogal cafetero, pino o urapán se compran en depósitos. Luego, Carlos Alberto López corta, con una sierra sinfín, las medidas deseadas para hacer ensaladeras, bateas o animales decorativos. Se ayuda con un torno para curvar la madera y de una azuela (un hacha de mango corto) para sacarle el relleno a un frutero quitándole lo que le sobra hasta alcanzar la curva convexa, la cual lija con prolijidad.

Respecto a los diseños de toros y elefantes, López los dibuja y hace moldes para guiar los cortes de las máquinas. Los cachos y rabos se cortan con mucha precisión. Si un cliente los compra para llevar, los animales son embalados con las partes separadas listas para ensamblar. 

Santa Rosa de Cabal ostenta una tradición artesanal que se destaca por sus piezas de madera para la cocina, los balcones coloniales y los productos decorativos. El Taller Manos Creativas es reconocido en el pueblo por su trabajo con el urapán y el nogal cafetero. 

Para los jóvenes artesanos del municipio, Carlos Alberto López es un referente del oficio porque desciende de los precursores de esta tradición artesanal. Con frecuencia lo visitan para que les enseñe los secretos del oficio. Él lo hace con el anhelo de que ellos abran sus propios talleres, propaguen el conocimiento y trabajen la madera con la misma dedicación de los ancestros. 

Si tiene interés en comprar artesanías elaboradas por Carlos Alberto López, le invitamos a conocer su Taller Manos Creativas en nuestra tienda en línea. 

Regale una artesanía y celebre las manos creadoras del país. ¡Que vivan las artesanías!