La chiva artesanal está cumpliendo 35 años

Desde hace más de tres décadas la chiva artesanal de Cecilia Vargas ha recorrido incansablemente los caminos de Colombia y el mundo, mostrando la riqueza cultural campesina del país.

En estos recorridos interminables este bus de escaleras se convirtió en un símbolo nacional reconocido en todo el globo, que lleva adentro lo más representativo del mercado campesino colombiano: animales, flores, frutas y otros elementos.

Cecilia, no imaginó la fuerza que tendría su pieza. Desde pequeña esta artesana, oriunda de Pitalito (Huila), se dejó llevar por el gusto por  moldear el barro y creó algunos objetos de su entorno.

Fue así como animales, parcelas y cercas nacieron del barro con ayuda de sus diestras manos y fueron vendidas por ella misma en su colegio o usadas para jugar en el patio de su casa.

Luego, y aprovechando su habilidad para observar, hizo pesebres indígenas y campesinos haciendo honor a sus tradiciones y a las de las comunidades colombianas.

“El barro para mí es sagrado, es de los materiales más comunes en el mundo pero está ligado a la historia de la humanidad” afirma Cecilia en el libro “Maestros del Arte Popular Colombiano", escrito por la ex gerente de Artesanías de Colombia Cecilia Duque Duque.

Este amor por el barro la llevarían también a concebir en su trabajo el usual bus de dos pisos que recorre los pueblos cargado de animales, flores, frutas y otros elementos representativos del mercado campesino.

La chiva, llena de colores y de historias, seguramente seguirá recorriendo por otros 35 años y más, todos los caminos del mundo.