Joyas con voz propia

El taller Javier Albarracín Orfebre tuvo un inicio singular después de que el diseñador industrial y mercadólogo, Javier Albarracín, estudiara platería y joyería. Despuntaba 2014 y tras haber trabajado por muchos años en sus profesiones, Javier volvió a la creación con las manos. 

Se formó en el programa Técnico Laboral en Joyería de Artesanías de Colombia y un año después, en 2015, se animó a probar su primera feria. Esa vez, se fue con la decisión de un emprendedor que da los primeros pasos hasta Expoartesano, el resultado fue bueno y en 2016, Álvaro Lozano entró al equipo, él también estudió platería y como diseñador, tiene una mirada que enriquece la labor creativa; pero es además quien con vigor, persiste a diario en la tarea de vincular el mundo digital con el taller y más recientemente (en 2020 y 2021), en tender puentes para ser mucho más empáticos con los clientes. Álvaro y Javier son la dupla creadora de Javier Albarracín Orfebre. 

Le invitamos a conocer más sobre este taller, que ganó el “Wedding Awards 2021” por ser una de las empresas más recomendadas y valoradas por las parejas; así como el reconocimiento a la "Empresa con mejores resultados en canales digitales" en 2021, de la Cámara de Comercio de Bogotá. El primer reconocimiento que obtuvo esta dupla de joyeros fue en 2017 gracias al Premio #ArtesanoDigital en la categoría +Emprendedor y repitió en 2020, en los Premios #ArtesanoDigital+. 

¿A qué se dedica el taller?

Tenemos un taller de orfebrería, hacemos joyas en dos líneas muy definidas: una es de joyas de uso diario para todas las personas; y la otra, es de argollas de matrimonio y compromiso, que también se hacen personalizadas.

¿Cuál es el lenguaje de sus joyas?

Al ser plateros, utilizamos diferentes técnicas para crear cuencos, bandejas y cubiertos, pero llevamos estas técnicas a la joyería. De repente, nuestra joyería es distinta a la de otros talleres, porque por ejemplo, aplicamos técnicas que permiten crear piezas con mucha delicadeza en los detalles, como en las mariposas.

Por otro lado, tenemos joyas como las argollas de matrimonio; que tienen un lenguaje poderoso y fuerte, porque nuestros clientes tienden a ser vanguardistas y a dejar un poco de lado, la delicadeza tradicional de este tipo de argollas.

Toda creación humana está atravesada por la subjetividad, en el taller tenemos una forma de ver la vida distinta a la de los demás colegas, y esa es la voz de nuestras joyas.  

¿Cómo se reflejan estos lenguajes en la más reciente colección?

 La línea más reciente se llama “Enlaces” y está compuesta por cadenas grandes y poderosas en las que se nota el golpe del martillo. Nos gustan muchísimo, pero a veces pensamos que un lenguaje muy elegante y delicado, riñe un poco con algo más poderoso y fuerte, entonces estamos en un momento de evolución en el que quizá vayamos hacia uno de estos dos lados.

Además, el centro de nuestro trabajo son los clientes. Entre 2020 y 2021, hemos contado con herramientas digitales y muy oportunas, que nos han permitido ser más empáticos con ellos; lo que nos ha acercado más sus gustos y lenguajes.

¿Por qué es importante tener presencia en Internet?

Es fundamental. Primero, porque nos abre la posibilidad de llegar a muchos lugares sin estar físicamente allí. Antes de ingresar al mundo de Internet, teníamos dos ingresos al año: uno en Expoartesano y otro en Expoartesanías, además de uno u otro cliente que nos compraba esporádicamente. Así que llegar a Internet nos dio la oportunidad de que... ¡La tienda esté siempre abierta!

La segunda, es que las nuevas generaciones son totalmente digitales. En el taller somos un mix entre lo análogo y lo digital, porque así fue nuestro proceso de vida; pero para las nuevas generaciones, la compra es principalmente digital.

¿En el taller, cómo son las ventas por Internet?

El 90% de las ventas se hacen por canales digitales. Antes de la pandemia era al contrario, pero la llegada del Covid-19 cambió nuestras dinámicas comerciales y se abrieron nuevas posibilidades. Vamos a seguir así, porque vemos un futuro muy próspero con el mundo digital. 

Hablando de los cambios que trajo la pandemia por Covid-19...,  ¿cómo enfrentaron este proceso?

Cuando comenzó la pandemia en 2020, se acabaron los ahorros y las ventas casi desaparecieron. Sin embargo, no estábamos dispuestos a cerrar el taller, así que revisamos con detalle cómo, a través de nuestro oficio, seguíamos acompañando y ayudando a nuestros clientes en esta nueva realidad. 

Decidimos entonces enfocarnos en la línea de matrimonio y compromiso, porque si ya nuestros clientes no iban a salir, por ejemplo a la oficina o a fiesta; sí iban a seguir teniendo parejas o casándose, el amor no iba a estar en cuarentena. Decidimos ir por ese lado y crear la estrategia. Además, durante la pandemia trabajamos en nuestra tienda en línea y a través de YouTube, enviamos mensajes de aliento para salir adelante.

¿Qué nos pueden contar de esa estrategia?

Hasta ese momento, solíamos hacer argollas de matrimonio por encargo y eso es muy diferente a dedicarse permanentemente a este mercado. Así que comenzamos a pensar muy bien en nuestros compradores, en cómo crear catálogos virtuales, en cómo le tomamos la talla de anillo a una persona que no vamos a ver… Fuimos aprendiendo y para octubre de 2021, ya completamos la sexta edición de argollas. 

De hecho, decidimos contratar a un publicista que ha comprendido lo que queremos y estamos trabajando juntos. Como parte de esta estrategia, también hicimos nuestro manual de imagen corporativa para mejorar la marca.

¿Cuáles creen que son los retos del mundo digital?

El reto más grande en la virtualidad es generarle una experiencia al usuario. Es hacerlo sentir bien y afín a nuestros objetivos, pero sin estar personalmente. Eso nos ha llevado a aprender sobre programas de edición, y a crear contenidos que sean llamativos, que enganchen al cliente o por lo menos, que le guste o interese lo que estamos diciendo.

Por otro lado, la gente ahora quiere respuestas rápidas, precisas y claras. Si no tenemos claros nuestros procesos y nos demoramos, perdemos clientes.

¿Qué transformaciones han tenido entre 2017 y 2020, cuando ganaron los Premios #ArtesanoDigital?

Hacer parte de la estrategia #ArtesanoDigital, nos ayudó en la medida en que entendimos muchas cosas de la virtualidad. Qué es una tienda virtual; qué es Instagram; comprender que debíamos tener el mismo nombre en todas las redes sociales y en la tienda... cómo tomar una foto. Esta fue nuestra base en 2017 y fue primordial para ingresar al mundo digital.

Ya para la segunda etapa, en 2021, pisamos un nuevo peldaño porque hablamos de cosas más específicas como el SEO, SEM, las métricas de la tienda en línea y otras más… Para ser sinceros, es mejor que el proceso sea de esa forma, porque si a uno le cuentan la segunda etapa al principio, uno se asusta.

¿Por qué vale la pena ser un #ArtesanoDigital?

Realmente si en algo nos ayudó #ArtesanoDigital en 2017, fue a ordenar nuestras prioridades. Gracias a este proceso, tuvimos las capacidades para responder y mantener abierto nuestro taller en la pandemia, porque nos dedicamos todo el tiempo para mejorar.

Puede que uno no sea experto en la materia, pero sí es posible superarse e ir adquiriendo conocimientos para crecer y mejorar con el tiempo. Tal vez en algún momento, los artesanos colombianos tendremos que contratar publicistas o expertos, porque el volumen de ventas en Internet nos va a llevar a eso; pero la cuestión es que ir aprendiendo de las nuevas tecnologías, nos dará ideas para afrontar nuevos retos. #ArtesanoDigital nos ayuda a abrir la mente a nuevas posibilidades. 

¿Cuál es para ustedes, el papel de la creatividad e innovación hoy? 

Si queremos que nuestro oficio perdure, tenemos que ajustarnos a las necesidades y los gustos de las nuevas generaciones. Si nuestro oficio es tradicional, podemos pensar en diversificar los productos que elaboramos para solucionar las necesidades de las personas en este momento, que seguro son diferentes a las de hace 50 años.

La creatividad es importante en la medida en que, como artesanos y creadores por excelencia, podemos observar qué necesitan las personas para ayudarles a través de nuestro oficio, con creatividad e innovación garantizamos que los oficios no se pierdan y que nuestros talleres sigan abiertos.

Para Artesanías de Colombia, ni el talento, ni el conocimiento, ni la creatividad son características que se puedan arrebatar. Por el contrario, son aquellas que diferencian no sólo la labor artesanal y las manos que la hacen posible, sino a los productos elaborados. 

El trabajo hecho a mano es creación con talento e imaginación con conocimiento. Por eso, apoyar la creatividad de los artesanos colombianos es honrar la historia de sus manos y de su aprendizaje, es reconocer el valor del esfuerzo técnico y creativo de nuestra tierra y de su gente. 

Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía, Siart, de Artesanías de Colombia.