El mundo mágico de los cuentos y la artesanía

Simón el bobito llamó al pastelero:
¡a ver los pasteles, los quiero probar!
-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
ver ese cuartillo con que has de pagar.
Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
y dijo: ¡de veras! no tengo ni unito.
Simón el Bobito - Rafael Pombo

Así como las letras dieron vida a personajes que a través de libros, cuentos y fábulas narraron las historias más particulares que permanecen aún en la mente de muchos adultos, existe un maestro artesano que tallando pedazos de madera, da vida a esos personajes que continúan contando las mismas historias.

El inmortal Quijote de la Mancha, El renacuajo paseador, El gato bandido, La pobre viejecita y hasta el singular Simón el bobito, son algunos de los personajes que hoy Nicolás Molano, maestro artesano dedicado a la talla en madera, sigue trayendo a la vida a través de cada movimiento de su formón y su buril (herramientas para tallar) y del sentimiento que revive dentro de él cada que crea un nuevo rostro.

“El primero que hice fue Simón el Bobito que quedó realmente como `bobito`, después hice al gato, el renacuajo, la pobre viejecita, a la gata. Después elaboré personajes que representan la cultura española como Don Quijote, luego vino Pinocho, el lobo, el cerdo y un espantapájaros” recuerda Nicolás cuando cuenta que cada uno de ellos es para él como un verdadero hijo.

Y es que no cabe duda que con mirar cada una de sus creaciones, se siente una conexión que no solo nos transporta a la infancia, sino que nos permite comprender que esa pieza de madera, convertida en uno de esos reconocidos personajes, podrá traspasar el tiempo, así como lo han traspasado las letras de esas inolvidables historias.

Para elaborar un “muñeco de madera”, Nicolás inicia con la cabeza, luego el tronco, después el antebrazo, el brazo y continúa con las piernas y los pies. Él talla cada parte del personaje, luego de que este se presente en su mente como un nuevo pensamiento.

Cada una de estas piezas cobra sentido cuando se articula una con otra para darle movimiento, que es lo que lo hace parecerse a un ser humano. Nicolás sabe que está listo cuando el muñeco logra pasar las tres pruebas fundamentales: que se siente, que mueva los pies y que mueva las manos.

Una vez de píe, el maestro procede a lijarlo y a escoger el color. Allí es cuando por primera vez se miran fijamente a los ojos y él siente que nació su nueva creación. Desde ese momento, sin importar que el muñeco sea vendido, los une por siempre un gran sentimiento, sentimiento que espera sea también percibido por quién lo compra.

Para este maestro artesano que se ha encargado de crear piezas artesanales dignas de admiración, estos personajes son únicos, ya que lo han llevado a descubrir que “todos los seres humanos llevan un niño en el alma, y que aunque todos maduran por las circunstancias de la vida, llevar ese niño es un sentimiento, es un estado emocional”.

En el día de la niñez, desde Artesanías de Colombia queremos destacar que las tradiciones de nuestro país pueden mantenerse vivas a través de la artesanía que siempre nos cuenta una historia, nos transporta a un lugar, nos comunica una idea o nos saca a flote el alma de niño que todos llevamos dentro.

¡FELIZ DÍA DE LA NIÑEZ!

El hijo de rana, Rinrín renacuajo
Salió esta mañana muy tieso y muy majo
Con pantalón corto, corbata a la moda
Sombrero encintado y chupa de boda.
El renacuajo paseador - Rafael Pombo