Durante los dos días participaron practicantes de oficios reconocidos como artesanales y otros catalogados como manualidades y personas representantes de entidades del orden público y privado, interesados en el fortalecimiento del sector artesanal, desde ámbitos como el diseño, la organización, el manejo de la oferta ambiental y, en general, la capacitación.
Cerca de 70 personas participaron en el encuentro, que buscaba detectar las expectativas y situación actual del sector en Colombia.
La primera jornada tenía como objetivo establecer las preocupaciones de los participantes con respecto a la actividad artesanal del país y a los retos que se están planteando en este punto del vivir nacional:
Se requiere una construcción participativa de políticas públicas para el sector artesanal que se centren en la superación de las necesidades concretas del mismo y posibiliten su potenciación.
Crear los mecanismos necesarios para definir a plenitud los oficios artesanales, de manera que éstos sean de comprensión de todos los actores que participan de la cadena de valor del sector, evitando que los oficios se reduzcan a producir sólo bienes de consumo; es decir, sin dejar de lado los servicios.
Conocer la totalidad de la cadena de valor y lo que ésta involucra para poder determinar las especificidades y posibilidades del mercado.
Crear un observatorio interinstitucional e interdisciplinario que esté en capacidad de entender y medir las características y posibilidades del sector y, a su vez, promover la capacidad de producir valor agregado al trabajo artesanal desde la transferencia de conocimiento.
Hacer partícipes a los artesanos de la definición de acciones que se vayan a implementar en el sector, en relación con los diferentes componentes de la cadena de valor de la artesanía y fomentar en los artesanos la importancia de que ellos mismos generen espacios y dinámicas en los que se constituyan en actores activos del sector y no sólo en beneficiarios.
Contribuir con la búsqueda de estrategias de organización de los artesanos, bien sea mediante la constitución de gremios o la realización de alianzas que les permitan mayor competitividad en el mercado.
Trabajar en procura del equilibrio entre oferta y demanda del producto artesanal para evitar la saturación del mercado, puesto que desde el punto de vista de la comercialización se percibe un gran desfase entre la fuerza de trabajo disponible en el país y el bajo consumo interno del producto.
Propiciar espacios de capacitación en los que se fortalezcan todas las capacidades de los actores en los distintos eslabones de la cadena de valor, entendiendo que se debe conocer el mercado para poder competir plenamente en éste.
Contemplar políticas que promuevan el comercio justo y eviten la competencia desleal que puede darse entre los mismos artesanos o entre los productores y los intermediarios.
Sensibilizar a los jóvenes, promover su inclusión en el sector y su participación activa en la definición y puesta en marcha de programas, proyectos y actividades de fortalecimiento.
Por último, se planteó la pertinencia de realizar un segundo encuentro, en un lapso no mayor a tres meses, en el que los asistentes tengan la posibilidad de interactuar más con los ponentes, en un escenario que podría ser diferente a las instalaciones de Artesanías de Colombia, de manera que se pueda contar con la participación virtual de artesanos de las diferentes regiones del país.