Por Sistema de Información para la Artesanía – SIART viernes 23 de abril de 2021
La actividad artesanal conserva la tradición del país, gracias al trabajo colaborativo y creativo de las comunidades. Aquí le contamos cómo recolectores del mopa mopa, artesanos de la madera y barnizadores, dan vida a los icónicos productos de Barniz de Pasto.
El Mopa Mopa es una de las pocas técnicas artesanales de tradición aborigen en el país. En su proceso creativo intervienen diferentes actores, quienes con una experticia adquirida por la transmisión de saberes sobre el oficio y por el amor a su esencia artesana, recolectan la fibra vegetal, trabajan la madera, preparan la resina y decoran con mopa mopa, piezas que preservan un legado cultural de más de dos milenios.
Por cientos de años, campesinos e indígenas putumayenses y caucanos han cultivado y recolectado la resina del árbol elaeagia pastoensis mora (Rubiaceae), una especie nativa del Putumayo y exclusiva de la Amazonía, la cual recibe otros nombres como: mopa mopa, palo de cera, guayavillo, lacre, azuceno ceroso, Barniz de Mocoa, Barniz de Condagua o muku muku; mide de cuatro a ocho metros de alto y su resina, materia vegetal que da vida al Barniz de Pasto, crece dos veces al año.
La resina del mopa mopa, obtenida en forma de yemas, tiene un color natural entre amarillo y verde, es insoluble al agua, alcohol o aceites y es flexible al calor. De hecho, “al calentarla o mascarla, se suaviza su estado gomoso, en el cual los pigmentos pueden ser adheridos”1. Antes de llegar a manos de los artesanos, los recolectores seleccionan las yemas, las pesan y las empacan por kilo para venderlas.
Para convertir la resina de mopa mopa en la materia prima ideal que decore un producto de madera, los artesanos recurren a un proceso de varios días, adecuándola. Primero, la envuelven en un costal para golpearla con una maceta de metal o madera, con el fin de remover cortezas y hojas adheridas y la cocinan hasta lograr una masa suave y elástica.
Luego la vuelven a macerar y a cocinar en agua hasta limpiar la resina de impurezas, y estando caliente, la estiran y la pasan por un molino para lograr una textura más fina. Anteriormente los artesanos masticaban la resina en vez de molerla, y algunos consideran incluso que, al masticarla, esta obtenía más brillo y resistencia.
Después inician el proceso del teñido agregando al barniz caliente, pequeñas porciones de anilina industrial, de acuerdo a los colores que desee el artesano, y sumergiéndolo en agua a punto de ebullición, para adherir el color. Algunos de los colores más utilizados son verde, rojo, naranja, azul, negro, gris, café o blanco, además de otras tonalidades metálicas como el plateado, bronce y dorado.
Para no olvidar: una práctica antigua para darle color al mopa mopa, consistía en poner láminas de oro entre capa y capa de barniz, con pigmentos vegetales.
Cuando el barniz está tinturado, se vuelve a sumergir en agua hirviendo y luego, se realiza el “estirado”, un proceso en el que dos artesanos forman una tela delgada de mopa mopa, haciendo movimientos sincronizados con las manos y la boca. De esta forma, queda lista la resina para comenzar a decorar.
Con el barniz preparado y el diseño ideado en el pensamiento, los decoradores alistan los productos de madera, elaborados por talladores y torneros expertos en la creación de dichos productos, aunque en algunas ocasiones usan piezas de vidrio. Los objetos de madera deben ser previamente lijados o pulidos para que su superficie quede uniforme, y tener una capa de cola especial y pinturas en aceite, agua o vinilo, según la calidad que se quiera lograr en la pieza.
Para decorar el objeto, el artesano aplica pedazos de tela de mopa mopa, presionándola en la madera con sus manos, con el fin de generar calor en la resina y permitir que esta se adhiera a la pieza. Luego, usando un bisturí o cuchilla, realiza los cortes necesarios para crear las figuras y dejar libre los espacios en los que, de la misma manera, agregará barniz de otros colores hasta terminar la decoración.
Si en la decoración se incluyen figuras volumétricas, el artesano pasa el objeto por una hornilla para calentarlo y aplica el barniz presionándolo con un trapo caliente para que la resina se pegue. Luego, vuelve a pasar el objeto completamente barnizado por la hornilla para que el calor logre perfeccionar los acabados de la decoración y finaliza, aplicándole una capa de laca transparente con apoyo de una brocha o un compresor.
¡Y así se elabora una pieza de Barniz de Pasto, en la que las formas y los colores plasmados, expresan la rica tradición artesanal del pueblo nariñense, junto la maestría de sus artífices!
Esta es nuestra #ColombiaArtesanal, un territorio enchapado en Barniz de Pasto y vestido de patrimonio cultural, gracias a la incansable labor de artesanos que con orgullo, conservan sus saberes y transforman las materias primas en piezas insignes de nuestro país, de las que hablaremos en el próximo especial.
Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía – SIART
1(Artesanías de Colombia, 2016, p.56)
Fuentes consultadas para la elaboración de este especial:
Carvajal. M, Ministerio de Comercio, Industria y Turismo & Artesanías de Colombia. (2005). Plan de investigación del Mopa Mopa en los departamentos de Cauca, Putumayo y Nariño. https://repositorio.artesaniasdecolombia.com.co/handle/001/755
Colombia. Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Artesanías de Colombia. (2016). Memoria de oficio: Mopa Mopa Pasto. https://repositorio.artesaniasdecolombia.com.co/handle/001/3829
Colombia. Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Artesanías de Colombia e Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación. (2013). Referencial nacional de madera capítulo aplicación Barniz de Pasto. https://repositorio.artesaniasdecolombia.com.co/handle/001/2778
Colombia. Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Artesanías de Colombia. (2017). Mopa Mopa: Barniz de Pasto. https://repositorio.artesaniasdecolombia.com.co/handle/001/3890