Logo de Gov.co

Cucharos

Nombres comunes

A. paniculatum: cucharo (Eje Cafetero); cucharo blanco (Risaralda y Quindío); cucharo calavero y cucharo negro (Santuario, Risaralda); bejuco de orote, bejuco esquinero y pico de pato (Atlántico). P. crucigerum: bejuco blanco (Córdoba); bejuco canastilla y bejuquillo (Bolívar); bejuco de chapolas (Antioquia); cucharita (Magdalena); cuchara (Montene~ro, Quindío); cucharo hediondo (Santuario, Risaralda); cucharo mentolín (Filadelfia, Caldas); cuero de vieja (Aranzazu, Caldas); garrotillo (Valle del Cauca); peinemico (Casan are) y peine de mico y rayo de mico (Atlántico).

Descripción

Bejucos de forma hexagonal, glabros o vellosos, terminados en zarcillos que se dividen en tres en las puntas. Con hojas opuestas, compuestas de dos a tres folíolos acorazonados, glabros o vellosos. Las flores se agrupan en vistosos racimos al final de las ramas, de color crema o amarillento, en ocasiones con visos violeta en el centro, bilabiadas en Amphilophium paniculatum, o campanuladas en Pithecoctenium crucigerum. Tienen frutos en cápsulas leñosas, elípticas, más o menos lisas en A. paniculatum o con pequeñas y cortas espinas en P. crucigerum, con semillas aladas.

Distribución geográfica yecológica

Estas dos especies de cucharos tienen una amplia distribución en Centro y Suramérica. En Colombia A. paniculatum y P. crucigerum están ampliamente distribuidas en todo el territorio, exceptuando la región amazónica; la primera, desdeel nivel del mar hasta 2100 m de altitud, y la segunda sólo hasta 1700 m de altitud.

En general, los cucharos se encuentran en bosques cálidos y templados, tanto en ambientes secos como húmedos. Estos bejucos crecen en lugares abiertos y expuestos a la radiación solar, generalmente en bosques intervenidos, en claros, matorrales o en la vegetación de orillas de caminos y quebradas. A. paniculatum y P. crucigerum también son comunes en bosques bajos subxerofíticos con suelos arenosos y degradados. Las dos especies se han encontrado con flores y frutos a lo largo del año. Por otro lado, de A. paniculatum se sabe que crece sobre diferentes árboles hospederos, especialmente cuando son árboles grandes y de tallos gruesos. En Aranzazu y Filadelfia (Caldas) se encontraron 13 especies de hospederos, siendo el laurel (Nectandra sp.) la más frecuente (Díaz-Manzano 2005).

Partes utilizadas de la planta

Tallo.

Productos artesanales

Canastos.

Antecedentes del oficio

Como se comenta en la ficha del azufre, la cestería tiene una larga tradición en la región cafetera. Dentro de esta actividad, los cucharos han sido unas de las especies más usadas y reconocidas como materia prima de buena calidad para elaborar canastos. Hoy día, aunque la comercialización de canastos ha disminuido considerablemente, los cucharos siguen siendo reconocidos como bejucos finos y los canastos elaborados con ellos pueden tener un mayor valor.

Aprovechamiento y transformación del recurso

Los cucharos son los bejucos más ampliamente usados en la región cafetera para la elaboración de canastos. Se extraen y procesan en los municipios de Filandia y Circasia (Quindío), en el área rural de Pereira y La Virginia (Risaralda) y en Aranzazu, Filadelfia y Viterbo (Caldas).

De los cucharos se usa el tallo, el cual se caracteriza por presentar de cuatro a seis estrías
longitudinales, particularmente visibles en los tallos jóvenes. La corteza es de color verde o café verdosa y en corte trasversal del tallo se pueden apreciar dos incisiones en forma de cruz. La longitud y grosor de los cucharos dependen del tamaño de la planta; pueden alcanzar hasta 10 ó 20 metros de largo y hasta unos 10 cm de diámetro.

Los artesanos extraen los cucharos de los bosques cercanos a los poblados; los tallos son aprovechables cuando son relativamente rectos, tienen un diámetro mínimo de unos 7 u 8 mm y la coloración de la corteza es oscura (Díaz-Manzano 2005). Los artesanos cortan cada tallo cerca al suelo y luego lo halan hasta que obtienen un trozo lo suficientemente largo y por allí lo cortan; cuando es necesario, incluso se trepan al árbol hospedero para bajar el bejuco entero (Díaz-Manzano 2005). Luego de cosechado, le raspan la corteza y lo parten en dos o en numerosas tiras, dependiendo del grosor, le retiran la médula central y lo enrollan para transportarlo. Una vez en la casa, los cucharos son secados al solo a la sombra por varios días.

Por otro lado, según Díaz-Manzano (2005), en la región de Aranzazu y Filadelfia (Caldas), uno de los cucharos (Amphilophium paniculatum) no presentó ninguna restricción biológica o ambiental que definiera períodos de colecta, estando disponibles para la extracción a todo lo largo del año. Sin embargo, algunos artesanos consideran que, en general, los bejucos se deben recolectar en época de menguante para que no les de "broma" .(daños ocasionados por gorgojos). Los artesanos consideran que una vez cosechado un cucharo, este tarda entre uno o dos años, a veces hasta cinco, para volver a estar listo para la próxima cosecha. Los artesanos que extraen cucharo en esta región de Caldas se dedican a esta actividad especialmente durante los meses de junio a agosto, período de baja cosecha del café. Durante esta época, los artesanos realizan, en promedio, una visita semanal para conseguir la materia prima, obteniendo entre 30 y 40 kg de cucharo en un viaje de cinco a ocho horas, recorriendo varios parches de bosque.

Algunos artesanos consideran como una práctica de manejo, sembrar directamente en los bosques los tallos de cucharo que sobran de la cosecha. Para ello, toman un trozo de tallo y lo siembran en forma de arco (Díaz-Manzano 2005). Ellos aseguran que de estos tallos vuelven a brotar plañtas y que al cabo de algunos años, pueden volverlos a cosechar. Sin embargo, esta práctica no ha sido estudiada y se desconoce su verdadero éxito; además, sólo esporádicamente se lleva a cabo. Únicamente se sabe de un artesano en La Virginia (Risaralda)
q.ue cultiva con éxito varias especies de cucharos dentro de un bosque cercano al poblado (Martínez & Álvarez 2006). Por otro lado, algunos artesanos consideran que sólo se deben extraer los cucharos maduros, los cuales reconocen por la tonalidad más oscura de la cáscara y por el mayor grosor (Díaz-Manzano 2005). Esta práctica parece ser común entre los artesanos de la región .de Aranzazu y Filadelfia (Caldas).

En el proceso de elaboración de los canastos, los cucharos se consideran el material más fino, pero en la actualidad su intensidad de uso es baja debido a su escasez. Los cucharos sirven tanto para elaborar el tejido como los bordes de los canastos, los cuales son de buena resistencia y tienen un mayor costo que los elaborados con otras especies más comunes, como el chusco (Chusquea latifolia). La durabilidad de los canastos de cucharo oscila entre dos y cuatro años, dependiendo del cuidado del artesano en el procesamiento de la materia prima (Díaz-Manzano 2005).

En cuanto a Amphilophium paniculatum, en los municipios de Aranzazu y Filadelfia (Caldas) la época de mayor pedido de canastos es en el mes de octubre, debido a que es la época de inicio de la temporada de cosecha del café. Con un "viaje" (una faena de recolección de materia prima, que equivale a aproximadamente 30 kg) se elaboran alrededor de cinco canastos. Para esta región se estimó que la demanda anual de un canastero es de unos 60 a 90 kg de cucharo, cantidad que era totalmente suplida por las poblaciones de la especie en la región (Díaz-Manzano 2005).

Aspectos socioeconómicos y comerciales

La mayoría de los artesanos dedicados a la cestería en la región cafetera reconocen diferentes tipos de cucharos y, aunque no los usen, hacen parte importante de sus remembranzas alrededor de esta actividad (ver detalles de la situación socioeconómica en la ficha de tripeperro).

Aunque los cucharos son considerados bejucos de alta calidad, no son comercializados en la región cafetera; los artesanos los extraen cuando los encuentran y los usan para sus propias labores. Por otro lado, los canastos se venden en los mercados semanales o por pedidos a intermediarios que los revenden en ciudades como Manizales o Cali.

Información biológica y conservación

En un estudio realizado en la región de Aranzazu y Filadelfia (Caldas) (Díaz-Manzano 2005), se encontró que las poblaciones de Amphilophium paniculatum eran bastante bajas, posiblemente debido al deterioro de los bosques. La mayor biomasa de la especie se encontró en bosques secundarios asociados a pastizales (38%), seguida por bosques secundarios asociados a ríos y/o quebradas (34%) y rastrojos altos asociados al agroecosistema cafetero (27%). De igual manera, se estimó que era posible obtener una mayor biomasa de cucharo de los individuos ubicados en costados y claros de bosque, debido a su mayor grosor. También se estableció que en los bosques más cercanos a Aranzazu y Filadelfia y en los de más fácil acceso, existía una menor biomasa de cucharo, sugiriendo una disminución por la cosecha.

Aparte de este estudio, no se cuenta con información poblacional de Amphilophium paniculatum, ni de las otras especies de cucharos. Por información de los artesanos, se considera que todos los tipos de cucharos se han venido agotando debido a la continua extracción y al deterioro de los bosques de la región. En el marco del plan de manejo coordinado que se desarrolla en Filandia (Quindío), se proyecta realizar los estudios necesarios sobre estas especies y las demás usadas como bejucos en esta región, bajo la dirección de la Corporación Regional del Quindío CRQ (Lema 2007).

Algunos artesanos consideran que los cucharos son plantas fáciles de propagar y reintroducir en los bosques. Así mismo, se tiene información que un artesano de La Virginia (Risaralda), cultiva en el monte algunas especies de cucharos, de los cuales depende su labor (Martínez & ÁI varez 2006). No obstante, ninguna de estas experiencias ha sido valorada.

Otros usos

No se conocen otros usos.

Fuente: Linares, E. Galeano, G. García, N. Figueroa, Y. (2008) "Fibras vegetales empleadas en artesanías en Colombia" Bogotá, Colombia.
Relacionados: Cucharos;


26 de diciembre de 2024 - Última actualización: 26 de diciembre de 2024

Sede electrónica
Artesanías de Colombia S.A. – BIC

Dirección: Cra 2 No. 18ª – 58 Barrio Las Aguas, Bogotá, Colombia
Horario de atención: Lunes a viernes: 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
Teléfono: +57 601 286 1766 | 555 0325 | 555 0326
Celular: +57 305 772 7539
Línea de denuncias por actos de corrupción y conflictos de interés: (57 601) 555 0325 – 555 0326 - 286 1766 Extensión 1090
Email de denuncias por actos de corrupción y conflictos de interés: soytransparente@artesaniasdecolombia.com.co
Correo electrónico institucional: artesanias@artesaniasdecolombia.com.co
Correo electrónico de notificaciones judiciales: njudiciales@artesaniasdecolombia.com.co
Logo-Mincit2024
marca colombia Logo de Gov.co
WhatsApp