Cestillo
Nombres
Nombres comunes: cestillo (Quindío, Risaralda y Antioquia); cestillo hembra (Filandia,
Quindío).
Descripción
Planta trepadora, con tallos rígidos que nacen en el suelo y trepan apretados a los troncos hasta gran altura en los árboles, desde donde emiten largas raíces adventicias de color café verdoso cuando jóvenes y café grisáceo en la madurez, las cuales se descuelgan hasta enraizarse en el suelo; estas raíces son conocidas como "bejucos" y son la materia prima empleada para la cestería. Las hojas se distribuyen a lo largo de los tallos, son bífidas, de hasta 37 cm de largo, con los segmentos ligeramente plegados como un acordeón y de color verde oscuro. Las flores, diminutas y blanquecinas, están densamente agrupadas en una espiga carnosa y cilíndrica.
Distribución geográfica y ecológica
El cestillo es una planta endémica de Colombia, que se encuentra en la Cordillera Central entre Quindío y Antioquia, desde 1500 hasta 2500 m de altitud. Esta planta crece en sitios sombreados, trepada a los árboles en bosques húmedos en buen estado de conservación, en climas templados a
fríos, generalmente a lo largo de cañones profundos en cuencas de quebradas y ríos. Presenta floración en febrero y diciembre.
Partes utilizadas de la planta
Raíces adventicias colgantes.
Productos artesanales
Sofás, sillas, mesas, mecedoras, armarios, baúles, canastos pequeños y lámparas.
Antecedentes del oficio
Al igual que con las otras especies de bejucos, en el Eje Cafetero se ha desarrollado una larga tradición de aprovechamiento del cestillo (ver una reseña del oficio de la cestería en la región cafetera en la ficha del azufre). Al parecer este bejuco se usó intensivarnente para la elaboración de canastos empleados en la recolección de café en época de la bonanza cafetera, hasta Ilevarlo a la desaparición en muchos bosques de la región. La explotación actual de las poblaciones remanentes se destina, básicamente, al abastecimiento de artesanos que fabrican muebles en otras regiones del país.
Aprovechamiento y transformación del recurso
El cestillo se extrae y procesa en el norte del Quindío, sur de Risaralda (Martínez & Álvarez 2006) y oriente del valle de Aburrá, en Antioquia (D. Tuberquia, com pers.). En la región del Eje Cafetero, el cestillo se extrae de bosques alejados de los pueblos, en los que aún quedan poblaciones de esta especie. Prácticamente ya ha sido extinguido en los pequeños bosques cercanos a los pueblos en los cuales se utiliza.
Del cestillo se usan las raíces adventicias colgantes en estado de madurez, estado que alcanzan cuando ya se han enraizado en el suelo, presentan coloración café grisácea y un diámetro entre 10 y 12 mm. La longitud de las raíces depende de la altura hasta la cual crece la planta sobre los árboles hospederos, aunque usualmente se extraen aquellas raíces que tienen más de cinco metros de largo.
El proceso de extracción de cestillo en el Eje Cafetero es semejante al del tripeperro: una vez ubicada una planta, el artesano selecciona las raíces enraizadas que estén maduras, luego las "jala" hasta que las revienta. Como es una raíz resistente, en ocasiones se requiere de dos artesanos para reventarla, por lo cual esta actividad la realizan grupos de artesanos o extractores. La única práctica de manejo conocida es la de no extraer raíces inmaduras, las cuales se reconocen por su coloración café verdosa, menor dureza y porque generalmente no están enraizadas. Dado que el cestillo es cosechado principalmente por artesanos con experiencia, se cree que esta práctica de manejo se realiza con frecuencia.
A diferencia del tripeperro, el cestillo no se pela en el monte, sino que se transporta con la corteza hasta el lugar de residencia del artesano. El procedimiento de pelado es engorroso y usualmente requiere de varios días, dependiendo del volumen cosechado; primero se le retira la corteza externa con un cuchillo, luego se raspa para retirarle una sustancia babosa que puede manchar la fibra. Finalmente, se pone a secar al sol. Después de una excursión de una semana y de dos o tres días más pelando y secando la raíz, un grupo de dos o tres artesanos puede obtener entre una y cinco arrobas de materia prima seca.
Existen otras especies de ciclantáceas (Asplundia urophylla, A. microphylla) que crecen en el Eje Cafetero y que tienen condiciones similares a las de Asplundia sarmentosa (López-González et al. 2006), por lo cual es posible que también sean explotadas. Sin embargo, se requiere una mejor documentación. Así mismo, los artesanos del norte del Quindío reconocen otra raíz con el nombre de cestillo macho, que es otra especie de la familia de las ciclantáceas (Asplundia antioquiae) que también trepa sobre los árboles en ambientes similares a los del cestillo o cestillo hembra, pero se diferencia por sus hojas de mayor tamaño y porque las raíces generalmente son retorcidas y pegadas al árbol hospedero. Esta particularidad hace, según los artesanos, que la calidad de las fibras sea mucho menor y, por tanto, rara vez se cosechan. No se tiene información sobre la forma de aprovechamiento y transformación del cestillo en el oriente del Valle de Aburrá, pero se cree que puede ser similar a la del Eje Cafetero.
Aspectos socioeconómicos y comerciales
De las cerca de 67 personas que aprovechan los bejucos en el eje cafetero, se estima
que menos de diez se dedican al aprovechamiento y transformación del cestillo.
Estos artesanos se encuentran principalmente en Filandia (Quindío) y su situación
Fibras vegetales empleadas en artesanías en Colombia
Fichas técnicas de las especies
El cestillo tiene una coloración más
clara y permite un acabado más fino que
el tripeperro; además, los artesanos
consideran que los muebles y objetos
elaborados con esta especie pueden
durar décadas sin sufrir deterioro alguno.
Debido a las propiedades que los artesanos del Eje Cafetero le atribuyen, se ha
convertido en uno de los bejucos más cotizados, llegando a costar hasta tres veces más
que otras raíces como el tripeperro. Incluso, algunos artesanos de Filandia afirman
que cuando el cestillo era abundante, el tripeperro no se usaba en la región, pero a
medida que se fue agotando se comenzó a emplear el tripeperro, a pesar de su menor
calidad. En la actualidad, los artesanos que extraen el cestillo generalmente lo venden
a comerciantes, pues rara vez lo usan en sus propias obras. En la región del norte del
Quindío existen extractores especializados en realizar largas travesías, de hasta una
semana, para obtener cantidades suficientes de cestillo y venderJas a comerciantes de
otras regiones como Armenia, Tuluá o Cali.
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Panera tejida con fibra de cestillo. Filandia. Ouindío
N. Garcia
socioeconórnica es similar a la de los
demás cesteros de la región (ver más
detalles en la ficha de tripeperro). No
se cuenta con información en cuanto a
los comercializadores que participan en
la elaboración y venta de algunos de los
productos.
Generalmente los productos elaborados en cestillo se venden en almacenes de Armenia,
Cali u otras ciudades de la región, donde intervienen comerciantes que han comprado
la materia prima.
Información biológica y conservación
Hasta el momento no se ha realizado ningún estudio poblacional o de otra índole,
relacionado con esta especie. Debido a las cualidades que los artesanos le atribuyen a
la materia prima y a la escasez de la planta, el cestillo requiere de acciones inmediatas
encaminadas hacia su conservación y manejo. Estas medidas deben estar en marcadas
dentro del plan de manejo de bejucos (raíces colgantes) que se está desarrollando en la
región (ver detalles en la ficha de tripeperro). Además, por su forma de crecimiento,
esta planta depende de la conservación de los bosques donde aún se encuentra. Por
ello, las medidas también deben estar encaminadas a la protección efectiva de áreas
boscosas en la región.
Fibras vegetales empleadas en artesanias en Colombia
Fichas tecrucas de las especies
---
Otros usos
No se le conocen otros usos.
Perspectivas de investigación
Se requiere realizar estudios poblacionales en las regiones en las cuales se está
explotando la especie, con el fin de plantear lineamientos para su recuperación y
manejo. Así mismo, se propone hacer estudios de propagación para buscar alternativas
de repoblamiento de la especie en las áreas en las que desapareció. También es
importante realizar un muestreo detallado de los cestillos que se están explotando en la
región cafetera para determinar si corresponde a una o a varias especies. Finalmente,
debido a la alta resistencia y durabilidad de la fibra, se hace necesario realizar estudios
sobre sus propiedades físico-mecánicas.
Nombres comunes
Cestillo (Quindío, Risaralda y Antioquia); cestillo hembra (Filandia, Quindío).
Descripción
Planta trepadora, con tallos rígidos que nacen en el suelo y trepan apretados a los troncos hasta gran altura en los árboles, desde donde emiten largas raíces adventicias de color café verdoso cuando jóvenes y café grisáceo en la madurez, las cuales se descuelgan hasta enraizarse en el suelo; estas raíces son conocidas como "bejucos" y son la materia prima empleada para la cestería. Las hojas se distribuyen a lo largo de los tallos, son bífidas, de hasta 37 cm de largo, con los segmentos ligeramente plegados como un acordeón y de color verde oscuro. Las flores, diminutas y blanquecinas, están densamente agrupadas en una espiga carnosa y cilíndrica.
Distribución geográfica y ecológica
El cestillo es una planta endémica de Colombia, que se encuentra en la Cordillera Central entre Quindío y Antioquia, desde 1500 hasta 2500 m de altitud. Esta planta crece en sitios sombreados, trepada a los árboles en bosques húmedos en buen estado de conservación, en climas templados a fríos, generalmente a lo largo de cañones profundos en cuencas de quebradas y ríos. Presenta floración en febrero y diciembre.
Partes utilizadas de la planta
Raíces adventicias colgantes.
Productos artesanales
Sofás, sillas, mesas, mecedoras, armarios, baúles, canastos pequeños y lámparas.
Antecedentes del oficio
Al igual que con las otras especies de bejucos, en el Eje Cafetero se ha desarrollado una larga tradición de aprovechamiento del cestillo (ver una reseña del oficio de la cestería en la región cafetera en la ficha del azufre). Al parecer este bejuco se usó intensivarnente para la elaboración de canastos empleados en la recolección de café en época de la bonanza cafetera, hasta Ilevarlo a la desaparición en muchos bosques de la región. La explotación actual de las poblaciones remanentes se destina, básicamente, al abastecimiento de artesanos que fabrican muebles en otras regiones del país.
Aprovechamiento y transformación del recurso
El cestillo se extrae y procesa en el norte del Quindío, sur de Risaralda (Martínez & Álvarez 2006) y oriente del valle de Aburrá, en Antioquia (D. Tuberquia, com pers.). En la región del Eje Cafetero, el cestillo se extrae de bosques alejados de los pueblos, en los que aún quedan poblaciones de esta especie. Prácticamente ya ha sido extinguido en los pequeños bosques cercanos a los pueblos en los cuales se utiliza.
Del cestillo se usan las raíces adventicias colgantes en estado de madurez, estado que alcanzan cuando ya se han enraizado en el suelo, presentan coloración café grisácea y un diámetro entre 10 y 12 mm. La longitud de las raíces depende de la altura hasta la cual crece la planta sobre los árboles hospederos, aunque usualmente se extraen aquellas raíces que tienen más de cinco metros de largo.
El proceso de extracción de cestillo en el Eje Cafetero es semejante al del tripeperro: una vez ubicada una planta, el artesano selecciona las raíces enraizadas que estén maduras, luego las "jala" hasta que las revienta. Como es una raíz resistente, en ocasiones se requiere de dos artesanos para reventarla, por lo cual esta actividad la realizan grupos de artesanos o extractores. La única práctica de manejo conocida es la de no extraer raíces inmaduras, las cuales se reconocen por su coloración café verdosa, menor dureza y porque generalmente no están enraizadas. Dado que el cestillo es cosechado principalmente por artesanos con experiencia, se cree que esta práctica de manejo se realiza con frecuencia.
A diferencia del tripeperro, el cestillo no se pela en el monte, sino que se transporta con la corteza hasta el lugar de residencia del artesano. El procedimiento de pelado es engorroso y usualmente requiere de varios días, dependiendo del volumen cosechado; primero se le retira la corteza externa con un cuchillo, luego se raspa para retirarle una sustancia babosa que puede manchar la fibra. Finalmente, se pone a secar al sol. Después de una excursión de una semana y de dos o tres días más pelando y secando la raíz, un grupo de dos o tres artesanos puede obtener entre una y cinco arrobas de materia prima seca.
Existen otras especies de ciclantáceas (Asplundia urophylla, A. microphylla) que crecen en el Eje Cafetero y que tienen condiciones similares a las de Asplundia sarmentosa (López-González et al. 2006), por lo cual es posible que también sean explotadas. Sin embargo, se requiere una mejor documentación. Así mismo, los artesanos del norte del Quindío reconocen otra raíz con el nombre de cestillo macho, que es otra especie de la familia de las ciclantáceas (Asplundia antioquiae) que también trepa sobre los árboles en ambientes similares a los del cestillo o cestillo hembra, pero se diferencia por sus hojas de mayor tamaño y porque las raíces generalmente son retorcidas y pegadas al árbol hospedero. Esta particularidad hace, según los artesanos, que la calidad de las fibras sea mucho menor y, por tanto, rara vez se cosechan. No se tiene información sobre la forma de aprovechamiento y transformación del cestillo en el oriente del Valle de Aburrá, pero se cree que puede ser similar a la del Eje Cafetero.
Aspectos socioeconómicos y comerciales
De las cerca de 67 personas que aprovechan los bejucos en el eje cafetero, se estima que menos de diez se dedican al aprovechamiento y transformación del cestillo. Estos artesanos se encuentran principalmente en Filandia (Quindío) y su situación
El cestillo tiene una coloración más clara y permite un acabado más fino que el tripeperro; además, los artesanos consideran que los muebles y objetos elaborados con esta especie pueden durar décadas sin sufrir deterioro alguno.
Debido a las propiedades que los artesanos del Eje Cafetero le atribuyen, se ha convertido en uno de los bejucos más cotizados, llegando a costar hasta tres veces más que otras raíces como el tripeperro. Incluso, algunos artesanos de Filandia afirman que cuando el cestillo era abundante, el tripeperro no se usaba en la región, pero a medida que se fue agotando se comenzó a emplear el tripeperro, a pesar de su menor calidad. En la actualidad, los artesanos que extraen el cestillo generalmente lo venden a comerciantes, pues rara vez lo usan en sus propias obras. En la región del norte del Quindío existen extractores especializados en realizar largas travesías, de hasta una semana, para obtener cantidades suficientes de cestillo y venderlas a comerciantes de otras regiones como Armenia, Tuluá o Cali. socioeconórnica es similar a la de los demás cesteros de la región. No se cuenta con información en cuanto a los comercializadores que participan en la elaboración y venta de algunos de los productos.
Generalmente los productos elaborados en cestillo se venden en almacenes de Armenia, Cali u otras ciudades de la región, donde intervienen comerciantes que han comprado la materia prima.
Información biológica y conservación
Hasta el momento no se ha realizado ningún estudio poblacional o de otra índole, relacionado con esta especie. Debido a las cualidades que los artesanos le atribuyen a la materia prima y a la escasez de la planta, el cestillo requiere de acciones inmediatas encaminadas hacia su conservación y manejo. Estas medidas deben estar en marcadas dentro del plan de manejo de bejucos (raíces colgantes) que se está desarrollando en la región (ver detalles en la ficha de tripeperro). Además, por su forma de crecimiento, esta planta depende de la conservación de los bosques donde aún se encuentra. Por ello, las medidas también deben estar encaminadas a la protección efectiva de áreas boscosas en la región.
Otros usos
No se le conocen otros usos.
Fuente: Linares, E. Galeano, G. García, N. Figueroa, Y. (2008) "Fibras vegetales empleadas en artesanías en Colombia" Bogotá, Colombia.
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