Creamos amigurumis, productos tejidos para que los niños y niñas puedan usar en sus juegos y para que los adultos vuelvan a sentirse como niños. Con esta figura, perseguimos alimentar el espíritu de niño que todos tenemos; por ello, los tejidos tienen una característica de protección que nos convierte en un confidente que proporciona protección y consuelo.