Embera
Por Artesanías de Colombia S.A. - U. Javeriana
Localización
Los Citará Emberás viven en el departamento del Chocó, al occidente de Colombia, al pie de la Serranía del Baudó, y desde el río Saija, en el departamento del Cauca, hasta los ríos Tuirá y Sambú, ya en territorio panameño.
También se les conoce como ‘cholos’. Vienen de ser aproximadamente 20.000 en total, de los cuales unos 5.000 viven en Panamá, igual que los Epena Pedee. Su idioma pertenece a la familia lingüística del Chocó.
Actividad económica
Cultivan plátano, yuca, ñame, batata, maíz de diferentes clases, entre ellos el chococito. Siembran distintas variedades de palma silvestre como el taparo y, la más importante, el chontaduro llamado héa. Además de eso, están la jagua, el barbasco, el achote, la cebolla y el ají que cultivan junto con una gran cantidad de plantas medicinales.
Son hábiles en la caza y la pesca, expertos en obtener venenos que llaman pakurú-niaara, el vegetal, y otro que exuda una ranita del bosque; ambos son tóxicos con los que envenenan los virotes de su carcaj para dispararlos con la cerbatana o bodoquera.
Cazan animales entre los que se encuentran saínos, guartinajas, osos hormigueros, tatabros, ardillas, venados, pavas, pajuiles, tucanos o paletones y grandes guacamayas. La pesca se ejecuta con copón o tasa, una red típica, que es cónica, y con nasas, anzuelos y arpones llevan a su cocina tortugas de varias clases, quicharos, sábalos, mojarras y camarones.
Sus atarrayas son tejidas de hilos de algodón o pitas; ellos mismos tallan las agujas con que las traman en madera.
La bebida tradicional es la chicha, que se obtiene de maíz choclo molido, colado y cocido, adicionando bocanadas de la misma para fermentarlo; una joven se lleva ostentosamente el maíz a la boca y, después de masticar la masa, la escupe en las ollas que están al fuego.
Con los frutos del chontaduro se prepara otra clase de chicha, que tiene característica ritual para las fiestas de la cosecha, se le adicionan plantas alucinógenas.
Expresión cultural específica
Son minuciosos en su adorno corporal; se pintan la espalda, el rostro y el pecho con dibujos geométricos, rayas paralelas o colores corridos, prefiriendo el negro, rojo, azul y amarillo. También se frotan el cuerpo con yerbas aromáticas y se adornan con collares de cuentas o semillas y amuletos; así como con ajorcas, brazaletes y pesadas fajas en la cintura.
Es excepcional el uso que hacen de las flores naturales que ostentan en su cabeza y detrás de las orejas cuando salen a las fiestas tribales.
Actividad y producción artesanal
En la actividad artesanal subsiste la cestería. Canastos de diversos tipos, usos y materiales tienen alta aceptación en las ferias y exposiciones artesanales, especialmente, los cestos de fibra chocolatillo hechos por los indios wuanana del río San Juan.
Se destacan la cerámica, oficio femenino, y la talla en madera, labor ejecutada por los hombres (principalmente bastones y estatuillas chamánicas). El tejido de adornos con chaquiras puede ser efectuado por cualquier persona.
También sobresalen los trabajos en metal martillado y limado proveniente de monedas; antiguamente eran de plata, pero ahora no existe ese material. Se elaboran anillos y cuentas de collar en diversas formas, especialmente.
Los primitivos buscaban en el bosque lo que necesitaban para su vivienda y usaban damaguas y majaguas, las cuales obtenían descortezándolos en grandes capas y machacando esas cortezas hasta dejar limpias las tramas de fibra; todavía esas telas reciben algunos usos.
Las mujeres usan una falda corta y los hombres guayucos, trajes ideales para un clima ardiente y lluvia constante. Utilizan las cubiertas que produce la palma Guágara (Monicaria), abundante en esa región, para llevar objetos o en forma de gorra.