Ingrid Wagner Jewels, esculturas portables
Por Sistema de Información para la Artesanía, Siart.
El genio creativo detrás de Ingrid Wagner Jewels es una diseñadora industrial egresada de la Universidad Javeriana que, después de vivir durante ocho años en Alemania, donde trabajó para una franquicia italiana de ropa de alta gama, decidió regresar a Colombia.
Aquellos primeros y amateur pasos en el oficio artesanal, empezaron en 2008. Primero, Ingrid Wagner estudió joyería junto a Francisco Piñeros, luego tomó los cursos libres de acabados y filigrana entre otros de la Unidad de Formación de Artesanías de Colombia, y también asistió a la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, donde aprendió el cincelado y otras especialidades de la joyería.
En 2015 y después de un trabajo realizado para un amigo “cargado de buena energía y feedback”, tuvo la ilusión de dedicarse sólo a crear joyas. Así que para 2016, la marca ya estaba lista y desde 2018 empezó a lanzar al mercado, tres colecciones al año.
Las joyas creadas por Ingrid son principalmente en plata, trabaja con base en su creatividad y también hace joyas por encargo en plata y oro en las que incluso, puede haber un proceso de co-creación con los clientes.
Las técnicas que más le han llamado la atención, y que están presentes en sus creaciones son el cincelado y la talla en cera: “son con las que más interacción tienes y con las que más carácter de escultura, adquiere una la pieza. Es un proceso en el que me he ido especializando poco a poco, pues me interesa crear esculturas portables con las que la gente se identifique”, señala Ingrid.
Si bien su proceso creativo y de desarrollo suele darse en soledad; en ocasiones, cuando está dedicada a elaborar producciones grandes para, por ejemplo, una feria como Expoartesanías; suele requerir de ayuda y tener allí, en el taller donde la magia se vuelve realidad, un par de manos extra que le ayuden a materializar sus diseños.
De la naturaleza a la experimentación
Los temas presentes en las colecciones de Ingrid siempre están relacionados con la naturaleza, pues esa es su gran inspiración. A partir de allí, inicia la primera etapa: investigación y dibujo; en la segunda fase, está la creación de maquetas y prototipos. En la tercera y última, organiza la producción de las piezas según el eje de la colección y la técnica, que en su mayoría suele ser el cincelado y la talla en cera.
“Trato de probar y experimentar la forma de trabajo, así que en varias ocasiones, la técnica no está en el libro, pues en medio de este proceso creativo, exploro la mejor manera de llegar a otras técnicas que hagan lucir distinta cada joya. Siempre me ha encantado eso, no quedarme con la técnica del libro, sino experimentar”.
Desde chica, Ingrid ha tenido una fascinación inexplicable por las pequeñas flores, las gotas y las rocas. Sin embargo, en los últimos dos años, ha obtenido otras fuentes de inspiración a través de documentales como One Strange Rock, una trilogía en la que astronautas que habían estado más de seis veces en el espacio, hacían tomas de la tierra: “creo que tengo una especie de flechazo con esas imágenes”, dice.
Probablemente esto último, explique sus más recientes colecciones. Seducción: que se inspira en el majestuoso cortejo de las aves exóticas para recrear una aventura hacia la intimidad y recuperar el placer de los sentidos, conectándonos con nuestra sabiduría animal; y Cósmica: una serie de historias forjadas en la imaginación de lo infinito, donde todos somos uno y nos conectamos con lo más íntimo del universo.
Entre clientes y clientas
Las colecciones de Ingrid Wagner son muy variadas, no suelen tener las mismas piezas ni los mismos tamaños, ni siquiera están hechas para un público femenino o masculino exclusivamente. Por eso, hay joyas unisex y una diversidad considerable de collares, aretes, broches y sobre todo, anillos.
“Siempre trato de incluir una gama grande de piezas y tamaños para bolsillos y gustos distintos. Dentro de una misma colección, hay desde topitos hasta productos más grandes. Mi intención es diversificar lo que más pueda”.
El diseño personalizado también es una línea importante. Tanto clientas como clientes que se animen, pueden co-crear sus joyas junto a Ingrid, pues es un proceso que además de disfrutar; le deja grandes ideas no sólo de lo que busca el mercado, sino de otras posibilidades que podrían incluso, proyectarse en colecciones futuras.
La naturaleza y su preservación es el elemento en común entre esta joyera y sus clientes. Pero es también, el sello personal de su marca; un sello que refleja el amor, la pasión y la innovación plasmada en la singularidad inherente a joya: “no podría diseñar cosas de cubismo, no soy capaz de hacer un cuadrado perfecto, no soy esa clase de joyera que hace las cosas milimétricas”, dice Ingrid.
#ArtesanoDigital y los aprendizajes
“Como logros importantes siempre nombro haberme acercado a #ArtesanoDigital porque gracias a esta estrategia, aprendí a moverme en el mundo de las redes sociales y a darle la importancia que tiene”, señala Ingrid; a quien a partir de esta experiencia, le han surgido todo tipo de inquietudes pero también, ha obtenido grandes aprendizajes como empresaria desde que ganó los Premios #ArtesanoDigital en 2018 y los #ArtesanoDigital+ en 2021.
Sí, son varias las inquietudes que Ingrid y otros ganadores de los Premios #ArtesanoDigital han tenido, y muchos más los aprendizajes, pues como ella misma dice: “lo digital es básico porque es la manera como uno se comunica con la mayor cantidad de personas posible y puedes lograr, que la gente te recuerde y piense en ti cuando se vaya a casar o cuando quiere hacer un regalo especial. Es por lo digital, por donde más me muevo durante el año; de hecho, veo cómo los clientes que me han comprado, hacen recompra”.
Estar en el entorno digital también implica algunos retos. Para Ingrid uno de ellos es, por ejemplo, la fotografía de joyas. Para sortearlo, acude a personas con este conocimiento específico, pues: “está más que aprendido que lo digital es una necesidad y como todo se mueve tan rápido, debemos ir de la mano de la tendencia para no desaparecer”.
El ecosistema digital que ha creado Ingrid en Facebook, Instagram, TikTok y en su sitio web, le ha facilitado la entrega de catálogos y el contacto directo a través de WhatsApp. Se trata de una tarea en la que, invierte tiempo pero que traduce más interacción con los clientes y mayor relacionamiento con los productos.
Para Ingrid, “#ArtesanoDigital es un escenario muy bonito de aprendizaje, donde también se interactúa, se conoce otra clase de artesanos que están en el mismo camino. Y es que sentir que no estás solo en el proceso, es una maravilla”.
Probar, fallar y volver a intentar
En medio de la transformación constante que implica el mercado y el escenario digital, Ingrid Wagner deja un consejo a los artesanos colombianos que en este momento, transitan sus propios procesos de digitalización:
“Si bien el camino no es fácil, deben observar las bondades que brinda el mundo digital, y perseverar. Si uno tiene una artesanía preciosa, puede darla a conocer y exaltar su belleza a través de la fotografía o del video, y así puede comenzar a sacarle provecho a todas las plataformas digitales.
Hay que probar, fallar y volver a intentar hasta lograrlo”.
Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía, Siart, de Artesanías de Colombia.