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Cecilia Acosta, líder Wayúu de la Ranchería Iwouyáa

Por Artesanías de Colombia. miércoles 7 de julio de 2021

Recordamos a una artesana con enormes cualidades humanas. Su fuerza, solidaridad, compromiso, inteligencia y dulzura, nos acompañarán por siempre.

Cecilia Acosta Pimienta, maestra artesana Wayúu
Cecilia Acosta Pimienta - Imagen: Artesanías de Colombia

Artesanías de Colombia lamenta profundamente el fallecimiento de la artesana Wayúu Cecilia Acosta Pimienta a causa de Covid-19. Su fuerza, solidaridad, templanza, compromiso, inteligencia y dulzura, nos acompañarán por siempre.

Hoy, la recordamos con la siguiente semblanza: 

“Cuando tejo, mis pensamientos se unen a mis manos para expresar lo que siento. La mochila crece con mis sueños”

Cecilia era una mujer Wayúu de 53 años, líder de procesos artesanales, proyectos de etnoeducación y etnoturismo. Además, era autoridad tradicional de la Ranchería Iwouyáa, en el departamento de La Guajira. Fue artesana desde su niñez y lo describía así: “aprendí a tejer los hilos de la vida desde los siete años”. Desde ese momento, apropió los saberes sobre el tejido y las formas en que se representa la vida del Pueblo Wayúu en cada artesanía. En todos estos procesos de liderazgo, Cecilia buscó generar valor y apropiación comunitaria, no solamente desde los Wayúu, sino también por parte de turistas, instituciones y empresas en la región.

Hace 30 años aproximadamente y de la mano de su hermana, Cecilia creó una institución etnoeducativa llamada “El Paraíso”, con el objetivo de contribuir a la formación de los niños y niñas Wayúu, enseñando la palabra, el respeto, el valor de la comunidad, su pensamiento y sus procesos históricos. De esta manera, siempre esperó que en el futuro, las nuevas generaciones se apropien de los procesos comunitarios replicando y transmitiendo esos aprendizajes construidos desde su infancia. “El Paraíso” empezó como un proyecto de atención a siete niños y hoy en día, cuenta con 11 sedes que atienden a 1.426 niños y niñas, desde el prescolar hasta grado 11°.

La comunidad de Iwouyáa entiende el etnoturismo como un orden social, cultural y ecológico en el cual se plasma el sentimiento y la identidad de los Wayúu. Las costumbres ancestrales tenían como vocación atender a familiares y amigos que llegaran de visita. Hoy, ese recuerdo se toma como referencia para recibir a aquellos turistas que estén interesados en conocer y compartir con la comunidad, y así generar una actividad productiva para las familias Wayúu. Con base en ello, la Ranchería Iwouyáa abrió sus puertas a turistas desde hace aproximadamente 36 años, cuando un grupo de visitantes tuvo la intención de conocer este lugar. En ese momento, se llevó a cabo una “tarde de Ranchería” donde hubo intercambio de palabras, comida, historias y actividades culturales. 

Cecilia describía a Iwouyáa como una ranchería etnoturística y su proyección a futuro, era que desde allí sea posible promover, visibilizar y valorar los productos artesanales.

“Ser Wayúu es saber el origen, es saber de dónde vengo y hacia dónde voy. Ser Wayúu para mí es ser una mujer con un enfoque diferencial”

Después de impulsar y liderar estos procesos, Cecilia retomó su vocación artesanal e hizo parte del proyecto de Maestras Artesanas de Artesanías de Colombia. Desde ese lugar pudo dar a conocer su trayectoria como representante del Pueblo Wayúu y logró generar procesos comunitarios con artesanas y grupos artesanales de la Alta Guajira, Manaure, Mayapo y Riohacha. Construyó una Asociación de Artesanas que hoy en día se compone de 417 personas, quienes tejen mochilas, chinchorros, bisutería y mantas.

Adicionalmente, Cecilia Acosta generó espacios de transmisión de saberes y trabajo colectivo con varias comunidades, y encabezó la propuesta de Denominación de Origen del tejido Wayúu, que hace parte de la Federación Nacional de Artesanas Wayúu, FenarWayúu.

Este proceso de representación artesanal ha estado acompañando por Artesanías de Colombia desde hace más de 10 años, en el que Cecilia se vinculó desde el comienzo a la Línea Étnica, en el marco del proyecto Orígenes, que fue financiado en ese momento por Ecopetrol. Desde ese espacio, se destacaron sus habilidades de liderazgo y representación artesanal, por lo cual siguió vinculada como invitada en ferias comerciales regionales, Expoartesano y Expoartesanías; y participó en distintos programas de la empresa.

Por el compromiso comunitario, la generación de procesos para contribuir al valor de la cultura y el fortalecimiento económico del Pueblo Wayúu, Cecilia fue escogida como autoridad tradicional de la Ranchería Iwouyáa. Aquella representación también fue asumida por su mamá, su abuela y sus antecesoras de cinco generaciones atrás. Desde ese lugar, buscó generar espacios institucionales de representación indígena para poder exigir el cumplimiento de derechos y servicios básicos en las comunidades Wayúu. Sin embargo, hoy en día todo este liderazgo descrito se ha visto afectado por persecuciones y amenazas, que le han limitado y restringido el acompañamiento comunitario.

“La fuerza está en nosotros”, dijo además esta gran tejedora, quien sabía que desde lo local cada vez, se puede ser más universal.

En el segundo semestre de 2019, Irama Movil Games, sobrina de Cecilia, fue postulada como representante indígena en CorpoGuajira, y desde ese momento ambas Wayúu empezaron a recibir amenazas contra su vida. Desde la consejería presidencial y la coordinación de protección, se hizo una valoración de su situación para determinar las medidas de protección necesarias.

Bajo ese contexto, es importante mencionar que, por los procesos de liderazgo, empoderamiento, fortalecimiento comunitario, educativos y productivos que lideró Cecilia en La Guajira, ella tenía un fuerte arraigo que no le permitía considerar la opción de salir de su comunidad. Además, existen innumerables proyectos a futuro en torno a la etnoeducación, etnoturismo y procesos artesanales que son soñados por la comunidad y que estaban representados en las acciones cotidianas de Cecilia. 

Con ellas, se generaron más vínculos empresariales para realizar recorridos turísticos en La Guajira, se dio a conocer las comunidades, se potenció las artesanías, se empoderó a los niños y niñas en ese proceso de reconocimiento y orgullo comunitario, e incluso, se planeó construir una casa de representación Wayúu (en forma de museo) para preservar historias y darlas a conocer a nivel regional, nacional e internacional.   

“Queremos generar paz y que los jóvenes lo hagan de una manera profesional defendiendo los derechos que nos corresponden como pueblos indígenas”

La pérdida de Cecilia a causa del virus Covid-19 deja un vacío enorme para La Guajira, la Comunidad Iwouyáa y la Federación FenerWayúu. Pero además, para cientos de mujeres tejedoras, niños, familiares, amigos y por supuesto, para Artesanías de Colombia. 

Hoy más que nunca, extendemos un abrazo fraterno a sus hijos Amylkar, Vanessa, Evaristo, Blanca, Isaela y Alexis. El mejor homenaje a esta gran mujer artesana, es sin duda, contribuir a que continúe su magna obra. 

Artesanías de Colombia lamenta profundamente el fallecimiento de la Maestra Artesana Wayúu Cecilia Acosta Pimienta a causa de Covid-19. Su fuerza, solidaridad, templanza, compromiso, inteligencia y dulzura, nos acompañarán por siempre.
Hoy, la recordamos con la siguiente semblanza: 
“Cecilia Acosta es una mujer Wayúu de 53 años, líder de procesos artesanales, proyectos de etnoeducación y etnoturismo. Además, es autoridad tradicional de la Ranchería Iwouyáa, en el departamento de La Guajira. Es artesana desde su niñez y lo describe así: “aprendí a tejer los hilos de la vida desde los 7 años”. Desde ese momento, apropió los saberes sobre el tejido y las formas en que se representa la vida del Pueblo Wayúu en cada artesanía. En todos estos procesos de liderazgo, Cecilia ha buscado generar valor y apropiación comunitaria, no solamente desde los Wayúu, sino también por parte de turistas, instituciones y empresas en la región.
Desde hace 30 años aproximadamente y de la mano de su hermana, Cecilia creó una institución etnoeducativa llamada El Paraíso, con el objetivo de contribuir a la formación de los niños y niñas Wayúu, enseñando la palabra, el respeto, el valor de la comunidad, su pensamiento y sus procesos históricos. Ha buscado que esa transmisión de saberes comunitarios se realice mediante los aprendizajes sobre el tejido, la gastronomía, la danza y las actividades culturales. De esta manera, se espera que en el futuro las nuevas generaciones puedan apropiarse de los procesos comunitarios replicando y transmitiendo esos aprendizajes que han construido desde su infancia. Empezó como un proyecto de atención a siete niños y hoy en día, cuenta con 11 sedes que atienden a 1.426 niños y niñas, desde el prescolar hasta grado 11°.
Con respecto al etnoturismo, la comunidad de Iwouyáa lo entiende como un orden social, cultural y ecológico en el cual se plasma el sentimiento y la identidad de los Wayúu. Las costumbres ancestrales tenían como vocación atender a familiares y amigos que llegaran de visita. Hoy, ese recuerdo se toma como referencia para recibir a aquellos turistas que estén interesados en conocer y compartir con la comunidad, y así generar una actividad productiva para las familias Wayúu. Con base en ello, la Ranchería Iwouyáa abrió sus puertas a turistas desde hace aproximadamente 36 años, cuando un grupo de visitantes tuvo la intención de conocer este lugar. En ese momento, se llevó a cabo una “tarde de Ranchería” donde hubo intercambio de palabras, comida, historias y actividades culturales. 
Hoy en día, Iwouyáa está organizada legalmente para la recepción de turistas y cuenta con el reconocimiento por parte de la Cámara de Comercio para tal fin. Las personas pueden llegar desde Riohacha y pasar la noche en la comunidad. Allí se adecuó un espacio para las actividades gastronómicas, de danza, el diálogo y el descanso, teniendo en cuenta los protocolos de convivencia Wayúu. Cecilia la describe como una ranchería etnoturística y su proyección a futuro es que desde ahí se puedan promover, visibilizar y valorar los productos artesanales.
Después de impulsar y liderar estos procesos, Cecilia retomó su vocación artesanal e hizo parte del proyecto de Maestras Artesanas de Artesanías de Colombia. Desde ese lugar pudo dar a conocer su trayectoria como representante del Pueblo Wayúu y logró generar procesos comunitarios con artesanas y grupos artesanales de la Alta Guajira, Manaure, Mayapo y Riohacha. Construyó una Asociación de Artesanas que hoy en día se compone de 417 personas, quienes tejen mochilas, chinchorros, bisutería y mantas. Adicional a lo anterior, Cecilia Acosta ha generado espacios de transmisión de saberes y trabajo colectivo con varias comunidades, y ha encabezado la propuesta de Denominación de Origen del tejido Wayúu, que hace parte de la Federación Nacional de Artesanas Wayúu, FenarWayúu.
Este proceso de representación artesanal ha estado acompañando por Artesanías de Colombia desde hace más de 10 años, en el que Cecilia se vinculó desde el comienzo a la Línea Étnica, en el marco del proyecto Orígenes, que fue financiado en ese momento por Ecopetrol. Desde ese espacio, se destacaron sus habilidades de liderazgo y representación artesanal, por lo cual ha seguido vinculada a dicha entidad como invitada en ferias comerciales regionales, Expoartesano y Expoartesanías; y ha participado en programas como Propiedad Intelectual y FenarWayúu.
Por el compromiso comunitario, la generación de procesos para contribuir al valor de la cultura y el fortalecimiento económico del Pueblo Wayúu, Cecilia fue escogida como autoridad tradicional de la Ranchería Iwouyáa. Aquella representación también fue asumida por su mamá, su abuela y sus antecesoras de cinco generaciones atrás. Desde ese lugar ha buscado generar espacios institucionales de representación indígena para poder exigir el cumplimiento de derechos y servicios básicos en las comunidades Wayúu. Sin embargo, hoy en día todo este liderazgo descrito se ha visto afectado por persecuciones y amenazas, que le han limitado y restringido el acompañamiento comunitario.
En el segundo semestre de 2019, Irama Movil Games, sobrina de Cecilia, fue postulada como representante indígena en CorpoGuajira, y desde ese momento ambas Wayúu empezaron a recibir amenazas contra su vida. En septiembre de 2019, Artesanías de Colombia invitó a Cecilia Acosta a un espacio de visibilización de mujeres líderes artesanas en Neiva, en donde empezó a recibir amenazas mediante mensajes de texto, los cuales fueron pasados por alto. Posteriormente, en octubre de 2019, se realizó un atentado contra Irama, quien transitaba en una camioneta por La Guajira. Desde ahí, las líderes Wayúu realizaron las denuncias en Riohacha en las entidades competentes. El 4 de diciembre de 2019, en la inauguración de Expoartesanías, a Cecilia le llegó un mensaje en el que le dijeron que no podía regresar a su comunidad. Como se encontraba en Bogotá, logró hacer la denuncia ante los delegados de asuntos étnicos en la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría, entidades que remitieron su caso a la Unidad de Protección. Adicionalmente, contactó a Luisa Zamarriego, consejera presidencial, y a Fernando Ibarra, coordinador de Protección. Desde allí, se ha hecho una valoración de su situación para poder determinar las medidas de protección necesarias. Luego, en febrero de 2020, un analista de la Unidad de Protección fue hasta su casa, le hicieron la respectiva identificación territorial para continuar con la definición del esquema de protección y, mientras tanto, se ordenó a la policía la responsabilidad de hacer recorridos en la Rancheria Iwouyáa, durante los tres meses siguientes. 
Bajo ese contexto, es importante mencionar que, por los procesos de liderazgo, empoderamiento, fortalecimiento comunitario, educativos y productivos que lidera Cecilia en La Guajira, ella tiene un fuerte arraigo que no le permite considerar la opción de salir de su comunidad, pese a las situaciones que amenazan contra ella y su familia. Por esta razón, las acciones que se tomen frente a la protección y seguridad de dicha líder deben adecuarse a sus dinámicas de representación comunitaria porque, además, existen innumerables proyectos a futuro entorno a la etnoeducación, etnoturismo y procesos artesanales que son soñados por la comunidad y representados en las acciones cotidianas de Cecilia. De esta manera, se generan más vínculos empresariales para realizar recorridos turísticos en La Guajira y dar a conocer las comunidades, potencializar las artesanías, empoderar a los niños y niñas en ese proceso de reconocimiento y orgullo comunitario, e incluso, construir una casa de representación Wayúu (en forma de museo) para preservar historias y darlas a conocer a nivel regional, nacional e internacional”.  
La pérdida de Cecilia a causa del virus Covid-19 deja un vacío enorme para La Guajira, la Comunidad Iwouyáa y la Federación FenerWayúu. Pero además, para cientos de mujeres tejedoras, niños, familiares, amigos y por supuesto, para Artesanías de Colombia. 
Hoy más que nunca, extendemos un abrazo fraterno a sus hijos Amylkar, Vanessa, Evaristo, Blanca, Isaela y Alexis. El mejor homenaje a esta gran mujer artesana, es sin duda, contribuir a que continúe su magna obra. 

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1 de mayo de 2024 - Última actualización: 1 de mayo de 2024

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