Artesanía que revive nuestra infancia

Para un niño, un juguete es sinónimo de alegría, juego y diversión; un mágico elemento que lo acompaña en aquellos viajes inolvidables hacia mundos llenos de fantasía y que con el paso de los años, siguen permaneciendo en la memoria de quien ya dejó de ser niño, pero que sin lugar a dudas, desearía volverlo a ser.

Cuando se recuerda a un caballito de madera, un trompo, un yoyo y hasta una coca de madera, muchos quisieran volver a esta etapa de la vida, para encontrarse de nuevo con su juguete favorito, para inventar mil y una historias en las que las muñecas de trapo y los carros de madera no pueden faltar, lanzar aquel trompo de madera que no se cansa de dar vuelta y blandir una espada cabalgando en un caballito de madera. 

Y es que con su juguete, cada niño crea un mundo mágico en su cabeza y da vida a este objeto que lleva impreso el alma e inspiración de su creador, - un artesano - que con maestría y amor se dedica a crear amigos para los niños, quien buscando en su infancia transforma la madera en piezas únicas que permiten que nuestros niños dejen volar su imaginación y se conecten con nuestras tradiciones.

“Hemos logrado crear juguetes artesanales tecnológicos al punto que la gente nos dice Dios bendiga sus manos” dice Darío William Pamplona, un artesano que desde hace más de 19 años se ha dedicado a avivar la imaginación de los niños con sus juguetes de madera.

Así surgió Maderandia, un taller artesanal dedicado a la creación, producción y comercialización de juguetes artesanales hechos en madera de Ciprés. Fue pensado hace 70 años y construido a muchas manos, y en medio de la cambiante dinámica de Colombia, aún sigue vigente llevando con orgullo sus dos pilares: los sueños y la diversión que trae consigo la ilusión, el anhelo y la transformación, que se convierte en un impulso para entretejer y potenciar las habilidades en niños y niñas.

Pero Maderandia y el señor Darío, no son los únicos empuñando las banderas de la diversión y los sueños de los niños colombianos por medio de la artesanía; como ellos, existen muchas historias de artesanos que le dan vida a juguetes de madera, alegrando la vida de los más pequeños. 

Entre estos, se encuentra el artesano Guillermo Salazar, quien cuenta que de “la combinación entre la madera nazareno y algarrobo, y el trabajo a mano de aproximadamente una hora, se crea un trompo o una coca”, piezas tradicionales que divierten a grandes y chicos.

“A los adultos les encanta comprar lo que fabricamos, ya que evocan tiempos pasados de su infancia o adolescencia y a su vez quieren dejarle la herencia de estos juegos a sus hijos y mayormente a sus nietos” indica Salazar.

Porque los sueños y las alegrías de nuestros niños están ligadas a los juguetes que con dedicación y experticia elaboran a diario nuestros artesanos, Artesanías de Colombia celebra este día y lo invita a que reviva su infancia recordando aquellas mágicas piezas de antaño que lo acompañaron en sus días días de juego.

¡Feliz día de la niñez!